Era tan temprano que aún no se escuchaban los camiones que pasan por el bulevar detrás de mi casa.
Tenía tanto sueño, pero le gané al despertador.
Abrí el clóset, busqué mi uniforme:
blusa azul cielo,
falda azul marino.
Primero la blusa.
El botón que va después del del cuello me lo abrocho primero; así evito que me quede chueca.
Luego la falda.
Blusa fajada, calcetas blancas, zapatos negros.
Lista.
No pasan los camiones. Qué raro.
Mis papás no se han levantado.
No se escucha a nadie en la cocina.
La luz de la escalera está apagada.
Cierro el clóset.
Me abrocho las agujetas.
Ayer fue la clase de deportes.
Después tuvimos la de la maestra Sarita.
Ayer fue viernes.
He madrugado el sábado.
Por eso no pasaban los camiones.
Por eso la cocina está en silencio,
la escalera oscura,
y mi casa durmiendo.







