















Strike a post, post, post. Es martes y hoy tengo el gusto de escribir sobre una de mis marcas favoritas en México. Además de ser sinaloense y culichi (de Culiacán), creo que vale la pena reconocer los puntos positivos que ha trabajado y que, desde donde lo veo, son fortalezas más que meritorias.
Coppel es una cadena de tiendas departamentales cuyo atractivo principal es ofrecer crédito con pocos requisitos. Tiene tiendas, zapaterías a lo largo y ancho de México, de norte a sur y de este a oeste, y desde hace tiempo incursionó en servicios bancarios y Afore.
¿Por qué escribo esta nota y por qué hablo tan bien de la marca? ¡Fácil! Por la atención. En cualquiera de las tiendas donde he estado, he recibido un trato amable, cordial, con empleados que siguen lineamientos de atención con una consistencia difícil de lograr. Me saludan, agradecen mis depósitos o cuentas saldadas, sonríen mientras trabajan. Y sí, eso cambia todo.
Tener a un equipo humano alineado en servicio no es cosa menor. Lograrlo dice mucho del compromiso interno de la empresa.
Otra cosa que valoro muchísimo es cómo Coppel se comunica con su mercado. Su lenguaje es limpio, claro, digno. Conoce a su público, lo comprende, y —lo mejor de todo— le habla en su mismo idioma. No lo pretende, no lo adorna: lo respeta.
Y ahí está la clave (ahí está la llave): saber quién eres, a quién le hablas, qué quiere tu gente, en qué piensa, qué le preocupa, qué le emociona. El mercado habla. Solo hay que prestarle oído.
¿Es costoso desarrollar estrategias enfocadas y respetuosas? Sí. ¿Vale la pena? También. Porque cuando sabes a quién sirves, puedes trabajar con certeza.
El marketing no es mágico. No es una pastilla que tomas hoy y mañana amanece todo resuelto. No lo es. Ni el marketing, ni la investigación, ni el diseño, ni los medios. Pero tampoco son un gasto. Son una inversión para toda empresa que tiene claro quién es, qué comunica y qué desea provocar.
Y hablando de memoria…
Recuerdo cuando allá por los ochentas era la televisora local quien producía los spots de Coppel. Más presente aún tengo el jingle en radio que sonaba en las estaciones de la ciudad:
🎵 “Coppel, Coppel, todo con facilidades” 🎵
El marketing de Coppel no fue improvisado. No fue magia. Pasaron años para que llegaran a los niveles de claridad y conciencia comunicativa que tienen hoy. Y se nota.
Este es el post 290.
Gracias por su atención, por su preferencia, y por estar aquí.
Macu.Kitschmacu
macu@kitschmacu.com
🟡 El marketing no necesita ser ruidoso. Solo necesita ser real, coherente y humano. Como una sonrisa al entrar a la tienda.




