jueves, 17 de julio de 2025

Suave es la noche

Huele a velas.

Escucho lluvia.

La luz blanquecina de la luna se percibe apenas por la ventana entreabierta de la habitación.

Truenos.

Sonidos de sirenas.

Nubes que se acomodan para seguir cayendo.

No hace calor. No hace frío. No hace nada.

En la nada todo cabe, todo pasa, todo es posible.

Ya no huele a velas.

Escucho más lluvia.

Entran el viento y la luna.

Las gatas reposan: una cerca de mí, la otra cerca de la primera.

Suave es la noche.

Macu. Kitschmacu

miércoles, 16 de julio de 2025

Una campaña de galletas que no era para mí… pero me abrazó igual

Publicidad que me rompió el corazón (y no era para mí)

La campaña de galletas que abrazó a familias enteras

Tiempo de lectura: 3 minutos

Hoy toca turno a un spot viejito pero bonito: This is Wholesome, lanzado por Honey Maid en marzo de 2014. Un comercial que, aunque nació en medio de controversia, dejó un mensaje poderoso que sigue vigente.

La base narrativa: amor, familia, empatía, encuentros… y lo familiar dentro de lo diverso.

Yo no tengo hijos. Pero no hace falta ser padre o madre para sentir el corazón emocionarse al ver a personas que confían en su historia, en su vínculo, en su amor, para construir un hogar —uno propio, distinto, real.

💛 Amar, cuidar, acompañar, fortalecer y permitir que el otro sea quien es. Eso es amor.

Eso es lo que muestra este comercial.

Aunque en su momento recibió comentarios reaccionarios, Honey Maid respondió con un gesto hermoso (no te lo cuento… ve el video aquí arribita). Un ejemplo de branding emocional bien ejecutado: sin gritar, sin victimizar, solo con verdad y ternura.

Publicidad que abraza. Aunque no comas galletas.

El amor, siempre, es la respuesta.

Macu.Kitschmacu



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Gran sugerencia de lectura: When you get home

martes, 15 de julio de 2025

Escribí una carta como antes, con sobre, estampilla… y cariño

           

Con sobre, estampa y cariño

⏱️ Tiempo de lectura: 3 minutos

Siempre me gustaron las cartas.

Tienen algo de secreto y algo de emoción.

Como si una pudiera meter un pedazo de sí misma en un sobre y entregárselo al viento, con la esperanza de que se reciba.

Las cartas son trozos de tiempo detenido.

Un "te pienso" que se queda flotando en el papel.

Un abrazo que viaja en la penumbra de un buzón.

Un "estoy contigo", aunque no se diga así.

Hace unas semanas, mi mamá y yo estábamos hurgando en las fotos viejas —esas que viven en una maleta sin nombre, allá en su casa.

Entre retratos torcidos y papelitos con dedicatorias casi borradas, apareció una carta.

La había escrito la más chiquita de mis primas. Una niña entonces, ahora mujer. Treinta y tantos, ya.

Era una tarea de la escuela. Una carta con letra tambaleante, con dibujos, con palabras que se adivinaban más que se leían. Pero ahí estaba: el intento. La intención de contarle algo a alguien. De hacerle llegar su voz con papel y tinta.

De niña, yo también encontré cartas. Unas de amor, escondidas entre los libros de una tía. Cartas de un novio que no le conocí. Leí una. Tal vez dos. Pero me sentí de más. Ajena. No eran para mí.

Entonces supe que las cartas tienen dueño. Un destinatario. Y un remitente que se juega el corazón en cada línea.

Antes era así. Si era algo importante, se escribía a mano. Se compraban estampillas. Se buscaba la dirección con letra bonita. El remitente se coloca arriba. El destinatario abajo, a la derecha. Jamás al revés, si uno no quería que el mensaje regresara.

Hace poco, en pleno siglo XXI, escribí una carta. A mis sobrinos. Desde el Palacio Postal de la Ciudad de México. Porque sí. Porque me pareció bonito. Porque me pareció justo.

Les conté lo que vi esa mañana: Bellas Artes, el Museo Nacional, el mismo Palacio Postal. Tres palacios. Uno en cada esquina. Pensé en Las mil y una noches, pero sin alfombra voladora.

Les hablé del arte, de la gente, de la comida. Del calor. De todo lo que se me ocurrió mientras caminaba y los pensaba.

Doblé las hojas como me enseñó mi mamá. Con cariño. Pegué las estampillas. Y la eché al buzón.

No ha llegado.

Pero fue una carta bonita.

Y escribirla fue suficiente.

💌 “Una carta no siempre necesita destino para cumplir su propósito.”

Macu. Kitschmacu

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Puedes seguir explorando más notas, te recomiendo: Pintar como quien acaricia.

lunes, 14 de julio de 2025

Multidisponibles, multicomprometidos… y agotados: una mirada al burnout moderno

La moda de estar ocupados: productividad tóxica, burnout e identidad

🕐 Tiempo estimado de lectura:
👉 2 minutos

Yo no sé en qué momento se puso de moda estar ocupados.

Quizá fue por esas películas de los ochenta, esas donde los hombres de traje no se quitaban el saco ni para llorar.

O de los libros que decían que había que levantarse a las cinco, tomar decisiones firmes, no titubear, no comer, no descansar.

Éxito era no sentarse. Éxito era estar enojado con el tiempo. Éxito era correr sin saber adónde. O correr a donde corrían los demás.

Y entonces…

Productividad se volvió otra forma de decir: vales.

Aunque nadie preguntara cuánto te costaba valer.

Aunque el costo se llamara agotamiento.

Aunque el cuerpo dijera que no, pero tú respondieras que sí.

Aunque los sueños personales se quedaran guardados como ropa de invierno.

La vida se volvió eso: doce días al año para uno mismo.

Y si tienes suerte… uno o dos días más, con el paso de los años. Que se suma a la prestación de ley de tener chanza de vivir la vida.

Hay que ser productivos. Estar disponibles. Multidisponibles. Sonreír. Multisonrientes.

Mostrar compromiso. Multicomprometidos. Hacer. Multihacer. Parecer. Multiparecer. Ser capaz. Multicapacidad. Multitasking.

Y mientras tanto, ¿quién eres cuando no estás “siendo”?

¿Qué haces cuando no estás “haciendo”?

¿Quién eres para ti?

¿Qué haces para ti?

Se agendan las sesiones.

Se agendan los encuentros.

Se escriben los acuerdos.

Se agenda la comida.

Se cambia la comida.

Se omite la comida.

¿Y la vida dentro tuyo?
¿Aparece en la agenda?
Burnin Burnout Burndreams

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Macu.Kitschmacu

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💻 Como ya estás por aquí te recomiendo visitar también: La suavidad de los viernes y otras formas de habitar la calma. 

domingo, 13 de julio de 2025

🖥️ Primer post desde Lenovo: la historia de una computadora que resurgió del rincón

⏱️ Tiempo de lectura: 4 min


💻 Durante la pandemia, Toshiba falló. Lenovo fue exiliada al clóset. Tres años después, esta es la historia de cómo volvió a la vida, guiada por la paciencia… y ChatGPT.


Querido público, querida audiencia:

Verán ustedes…

Corría el tiempo de la pandemia —ese paréntesis extraño del mundo, esa pausa forzada que convirtió las casas en trincheras y los escritorios en salvavidas—, cuando mi Toshiba, bebé de luz, empezó a mostrar signos de vejez tecnológica. Aleteaba apenas, se encendía como quien prende una vela en la niebla, y a veces simplemente no respondía, como si se negara a seguir cargando el peso de la conectividad.

Compré entonces una Lenovo —una compra extraña, porque todas mis computadoras personales hasta entonces habían sido Toshiba.

Lenovo, esta misma desde la cual les escribo hoy, casi como en confesión. La instalé con la esperanza de que fuera una digna heredera, una compañera robusta para días de encierro de esa ya lejana época, pero resultó torpe, lenta, como si cada aplicación le doliera. Nunca terminó de entenderse con el trabajo remoto ni con las videollamadas, ni con el RAM ni con nada. Nunca logró el ritmo que una necesita cuando el afuera se ha borrado.

Así fue como fue a dar al fondo de una mochila, y de ahí al rincón más callado del clóset, en ese estudio que también es refugio, trinchera, y a veces, santuario. Ahí quedó, como duermen las cosas que no se resignan a ser olvidadas del todo.

Pasaron los años —¿tres tal vez?—, y Toshiba, heroína leal, volvió a flaquear. Esta vez de verdad, con esos achaques definitivos que dan los años a las máquinas que nos han acompañado tanto. Apenas logré subir una nota la semana pasada. Apenas.

Este domingo, con el sol filtrándose tímido por la persiana después de una tarde lluviosa y un poco de resignación escondida entre los dedos, decidí abrir ese rincón. Saqué a Lenovo del remanso, sacudí el polvo como quien sacude una promesa vieja. Seguía igual: lenta, testaruda. Como si aún estuviera ofendida por los años en la sombra.

Pero me armé de paciencia —de esa que se parece mucho al amor—, y confiando en mis habilidades de técnica informática autodidacta surgidas el día de hoy, me dejé escoltar por ChatGPT, que me hablaba como una voz amiga desde la pantalla de mi celular, con instrucciones de oráculo doméstico.

Le mostraba fotos, me guiaba paso a paso, y así estuvimos, cinco horas exactas, entre reinicios, actualizaciones, y comandos que no sabía que existían.

Y aunque dije antes que “no sé cómo”, la verdad es que sí sé cómo lo hice: seguí al pie de la letra cada instrucción, con certeza, dedos y mente firme y la determinación de un toro que sale a embestir lo que sea necesario. Porque cuando una decide, decide con todo.

Y bueno, fin de la historia.

Primer post desde Lenovo.


A veces lo que creíamos descartado solo estaba esperando volver con más fuerza. 💾


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Macu.Kitschmacu

BTW acá otra bonita historia de la vida real: Entre toda esa gente estabas tú

martes, 8 de julio de 2025

Era improbable, pero no imposible

⏱️ Tiempo de lectura: 3-4 minutos

Pensé en ti justo cuando el Uber subió por la rampa de la Terminal 2 del aeropuerto. La ciudad se sentía lejos ya.

—Puerta 3 está perfecta —le dije al chofer. No quería hablar mucho, pero tampoco callarme del todo.

El descenso fue rápido. No llevaba más que lo necesario. Viajar ligera también es una forma de ir por el mundo.

Me acordé de una cafetería nueva, una que he visto cada vez que viajo últimamente. Tomé los mismos pasos de siempre, o casi. Los aeropuertos tienen esa costumbre de parecerse a uno mismo. Ahí estaba la gente: todos los que van, los que llegan, los que esperan. Rostros desconocidos, pero no del todo. Siempre distintos, siempre raramente conocidos. Siempre en fuga.

Era poco más de mediodía. Pensé en comer en un lugar distinto. Antes, me quise asomar al pasillo de la derecha, al del fondo. Ese que parece no llevar a ningún lado, pero que siempre me da algo. Luz, sombra, ángulos. Nunca sé si fue hecho para eso, pero a mí me da ganas de mirar. De detenerme. De hacerle una foto al tiempo.

Esta vez no hubo foto. Allá al fondo, el pasillo tenía vida propia, trabajadores en lo suyo, voces bajas, personas uniformadas. Di media vuelta y volví sobre mis pasos. Pasillo desierto, por fin. La fila para revisión no se veía larga. Pensé en la comida.

Y entonces.

Estabas tú.

Frente a mí.

Yo, frente a ti.

Eran las dos de la tarde.

Eras tú.

Caminabas como si nada, como si siempre. Conversabas con alguien. Llevabas tu maleta y tus cosas cerca. Eso que uno no suelta cuando quiere sentirse a salvo.

Te vi.

Y me disolví un poco.

No sé si me viste.

Pero el pasillo estaba vacío.

¿A quién más ibas a ver?

Te vi como se ve a alguien que ya se conoce: sin sorpresa, pero con temblor. Con esa especie de ternura que da recordar lo que no se toca.

Lo que fue.

Lo que ya no es.

Eras tú.

Como siempre, como nunca.

Las alineaciones no sólo le pasan a los planetas. También a dos personas que ya no se buscan. Pero que se encuentran.

¿Será que el sol, cuando se eclipsa, sabe que alguien lo está mirando?

¿Será que por eso quema más?

Hay presencias que pesan más que cualquier maleta.

Y encuentros tan breves

que desordenan la órbita entera.

Macu.Kitscchmacu

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miércoles, 2 de julio de 2025

Kitschmacu Hamebus Poscast: La chispa que lo inicia todo.

 



Para el día de hoy en Kitschmacu, el episodio 4 de Kitschmacu Hamebus Poscast: La chispa que lo inicia todo.

Hablaremos sobre el Big Bang personal, el miedo y tu potencial.

🎧 Disponible en Spotify: Escúchalo aquí

🎧 Disponible en Acast: Escúchalo aquí

Gracias, espero lo disfruten 💜

Quedo atenta a sus bonitos comentarios

Macu.Kitschmacu


Si quieres escuchar otros capítulos de Kitschmacu Habemus Podcast, da clic aquí

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martes, 1 de julio de 2025

✈️ Martes entre nubes

 



Tiempo de lectura: 2 minutos

Despegamos a tiempo, tal cual lo marcaba el itinerario de vuelo. Puse una meditación guiada —de verdad amo esa meditación—:

“Vamos a comenzar.
Inhala profundamente por tu nariz… Inhala.
Exhaaaaala por tu boca…”

Y pum, en menos de 15 segundos ya estaba desconectada de todo a mi alrededor y conectadísima con un sueño bonito y profundo. Me dormí agusto.

Cuando abrí los ojos, estábamos a media hora de aterrizar. Fue como si alguien hubiera recortado el viaje con tijeras invisibles. Gran audio en verdad, gran audio. Creo que la voz es de una muchacha que se llama Erika Martínez (Erika, eres maravillosa).

Claramente el propósito de la meditación es otro… aunque si le agregamos que se acompaña de un sueño bonito, ufff.

Dormir en un vuelo se siente como un lujo de alto nivel. Verán ustedes: no porque el asiento sea cómodo (que por cierto, no lo era… bien raro, ajajajaj), sino porque hay algo glorioso en saltarte el tiempo de espera, en pestañear y estar en otro lugar. Así, como por arte de magia.

(Sí, me salté el carrito de bebidas. ¿Me dolió? Tal vez. ¿Lo superé cuando tuve frente a mí unos hermosos taquitos al pastor? Absolutamente).

Martes entre nubes y en otro lugar. Buen twist para esta semana.

Un abrazo, 

🌀 Macu.Kitschmacu

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Te recomiendo también: Melodías de la Ciudad  <-- Clic justo en el titulo 😊


jueves, 26 de junio de 2025

Volviendo a ti, verás…



Tiempo de lectura: 1 minuto


Todos los días pienso en ti, 

Importante aclarar desde este punto que, si tú lees esto, no eres tú a quien me refiero. 

Es alguien más.

Tú estás en tus cosas, en tu mundo, y está bien.

Pero, volviendo a ti, verás…
me gusta pensarte,
y pensar que me piensas como te pienso,
imaginar si imaginas que te imagino,
y que sientes que siento que sentimos
como sienten las personas destinadas a encontrarse.

Sin buscarnos, coincidimos.
Como lo hacen los planetas al orbitar,
girando en nuestros propios ejes,
coincidimos al mirar.

Antes de después,
durante de antes
y después de durante,
recuerdo el recuerdo:
la sorpresa de verme sorprendida al sorprender
tu sorpresa de sorpresa con la mía.

Quiero verte y contarte
las veces que conté los cuentos
donde cuento encontrarte.

Macu.Kitschmacu

Si esto te gustó, te recomiendo también: Entre toda esa gente, estabas tú


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miércoles, 25 de junio de 2025

✨ Tres cosas que un creativo nota antes que los demás

 

Tiempo de lectura: 1 minuto

✨ Tres cosas que un creativo nota antes que los demás

(Yes, we can call it Super Power)

  1. Cuando algo no suena bien, aunque esté “correcto”: La sintaxis puede ser impecable, pero si no vibra, no pasa.
  2. Cuando el mensaje no conecta, aunque el diseño sea bonito: La estética sin intención es solo decoración.
  3. Cuando una idea está buena… pero no es la idea: Y eso duele un poco, porque lo saben incluso antes de que alguien más lo diga.

👀 A veces, el trabajo creativo no está en hacer más, sino en sentir mejor.

Afinar. Traducir. Replantear.

Ser esa persona que sabe cuándo algo todavía no está listo para volar.

🎨 Si eres esa persona (o si tienes una en tu equipo), hoy te reconozco.

Porque ver más allá no siempre se aplaude… pero cambia todo.

Relacionado:

🧠 Post: Los Creativos

Macu.Kitschmacu

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martes, 24 de junio de 2025

La voz que ya no quiere contenerse

 

Tiempo de lectura: 2 minutos

🔊 Las cosas que no le cuento a nadie:

A veces, me edito entera.

Hay días en los que quiero decirlo todo.

Pero todo es demasiado.

Y entonces lo recorto.

Le bajo el volumen. Le pongo punto y aparte. Lo dejo en borrador. Cambio las palabras.

Calibrar constantemente cuánto mostrar, cuánto decir, cuántos puntos de vista tener y sostener… para no incomodar, no parecer demasiado, no parecer “ambiciosa”... ocupar mi propio espacio.

Una parte de mí aprendió a leer la habitación antes de hablar.

A ser brillante, pero sin deslumbrar demasiado.

A tener razón, con sonrisa, por favor y gracias.

A escribir con filo, pero envuelto en terciopelo.

Y sin embargo, lo sé.

Lo sé desde hace tiempo.

Lo poco también cansa.

Mi pensamiento no es casual.

Y mi voz —la que he afinado con años de dudas, certezas, ensayos, batallas y victorias— ya no quiere contenerse tanto.

Si no hay espacio, lo abro.

Si no hay silencio, lo creo.

Si no hay lugar… lo diseño.

Hoy me escribo esto para recordarlo:

Escribir en libertad. Fuerte, claro, limpio.

Y si alguien se incomoda…
que se acomode.

Macu.Kitschmacu 

Sigue explorando el contenido, escucha el Podcast Kitschmacu, episodio: The Gift.

O bien hay mas notas de los textos Las cosas que no le cuento a nadie. 

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lunes, 23 de junio de 2025

Los Creativos


🕦 Tiempo de lectura: 2 minutos

Es momento de alzar la mirada —y quizá también una copa—

por esos dulces locos,

los que parecen hechos de otra materia,

los que caminan por la cornisa de lo imposible.

Por los que sueñan despiertos,

esos que van por la vida con la cabeza llena de constelaciones,

que no caben en moldes, esquinas ni etiquetas.

Rebeldes que, con ternura o con furia,

se atreven a limar los bordes de lo que existe,

porque saben que hasta el triángulo más agudo

puede aprender a bailar con el círculo perfecto.

Ellos —los creativos—

ven lo que nadie ve,

sienten distinto,

actúan sin pedir permiso.

Conocen las reglas —por supuesto que sí—,

pero las observan como quien examina una jaula desde afuera.

Cuando escuchan “estatus quo”,

no se espantan ni se rinden.

Preguntan, con brillo en los ojos:

¿y si se rompe?

¿y si lo retamos?

¿y si soñamos otra forma?

Los creativos no hacen ruido para llamar la atención.

Es el mundo el que tiembla un poquito cuando pasan.

Les llaman locos, genios, alborotadores.

Y sí, lo son.

Porque han entendido que crear es otra forma de amar,

y cambiar, una manera secreta de cuidar lo que todavía no existe.

Son ellos quienes dibujan el futuro

con las manos, la mente y el corazón llenos de luz.

Creen.

Crean.

Imaginan.

Transforman.

Sonríen.

Lo logran.

Este es un brindis,

por ti, por mí, por ellos, por todos los que alguna vez

se atrevieron a convertir

un sueño en realidad.

Macu.Kitschmacu

✨ Si te gustó este texto, te invito a descubrir:

La magia detrás de la magia

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miércoles, 18 de junio de 2025

Tanto

Tiempo de lectura: 1 minuto

Tanto

Como mercurio derramado

Tanto

Como salvaje aroma de limón


Me gusta esta canción.


Tanto

Tan alocadamente te amo

Tanto

Que todo tiene ya sabor a ti


El tiempo, la voz, el sonido de la época.


Tanto

Que tiemblo solo de pensarlo

Tanto

Que no me queda ya ningún pudor


Me gusta saber que existe.



Letra de Tanto, compuesta por Rafael Pérez Botija e interpretada por Lucero en 1992.

Macu.Kitschmacu

lunes, 16 de junio de 2025

Entre toda esa gente, estabas tú.


Tiempo de lectura: 3 minutos

Fue un instante leve, tan leve como el tacto silente de una caricia que buscaba encontrarme. 

Se acercó como si no hubiera testigos, como si el mundo no mirara. Y yo… yo quedé inmóvil, como se queda una cuando no sabe si temblar o sostenerse. Y entonces, sin avisar, mi cuerpo y el suyo compartieron el mismo espacio.

No dijo mucho. Apenas unas palabras que parecían elegidas con pinzas: estás guapísima

Palabras que se posan suave, pero que dejan huella. 

Después, mi cuerpo. El suyo. 

Tres besos. Cada uno revelándose entre momentos, entre luces, palabras y pasillos, como si el cuerpo hablara lo que la boca necesitaba callar.

El misterio de la forma, el ritmo y el aire contenido entre uno y otro. 

Mi brazo, bordado con su piel como al descuido. 

Su hombro, encontrando el mío con una quietud que no era del todo accidental. 

Una cercanía que olía más a encuentro que a saludo. Su aroma, íntimo y tibio, se instaló en mi piel como una promesa muda. Ese perfume —su perfume— me envolvió como una caricia sin manos. Y durante horas lo llevé conmigo, como si fuera suyo lo que quedaba en mí.

Me descubrí deseando que no se evaporara nunca.

Hay cuerpos que se acercan por error, y otros que se quedan por deseo, porque ya no quieren irse.

Miradas que se detienen más de lo debido y dicen más que lo permitido. No hay manual para interpretar las caricias envueltas en protocolo. Lo inesperado, cuando se posa en la piel, incendia hasta los rincones donde ya no pensabas buscar.

Tengo la certeza de que tú también lo sentiste… ¿Nos volvimos a mirar de frente esa noche? Entre luces, entre gente… ¿me mirabas al yo verte? ¿Me veías mientras sonreía entre ese tumulto de extraños tan cercanos?

Quizá te distrajiste, quizá recordaste algo, quizá sentiste que de pronto el mundo era mucho para un solo cuerpo. Entonces me miraste con una ternura casi involuntaria, como si tu gesto me hubiera tocado en un lugar antiguo. Sonreíste apenas. Una sonrisa distinta, más cercana al alma que a las apariencias.

Estábamos ahí, entre todos, como si nada. Solo dos personas más en la fotografía, en los pasillos, en la conversación de cortesía, actuando al abrirse el telón.

Podría haber sido una escena cualquiera, pero había algo más: estabas tú.

Por la noche, al desvestirme, todavía sentía la tibieza de tu cuerpo cercano al mío, como si hubiera quedado una estampa invisible justo ahí donde se encontraron nuestros hombros.

Nadie sabrá lo que pasó exactamente. Nadie podrá afirmarlo sin temor a equivocarse. Pero yo, que he amado sin reservas y caminado entre miradas que queman, sé que ahí hubo algo. 

Silencioso. Profundo. Irrepetible.


Te escribo aquí lo que ahí sentí. ¿Sabes que escribo historias para ti?

Macu.Kitschmacu


“Lo inesperado, cuando se posa en la piel, incendia hasta los rincones donde ya no pensabas buscar.” 🔥


Esta historia forma parte de la serie: Las cosas que no le cuento a nadie.

Macu.Kitschmacu

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sábado, 7 de junio de 2025

¿Qué pasa después del “felices para siempre”?


Tiempo de lectura: 2 minutos

El escritor es un tejedor de sueños y realidades, sí… pero lo que más me gusta no son las batallas, los clímax o los finales épicos. Es lo que pasa después. ¿Qué sucede cuando ya no hay conflictos que resolver, cuando el “final feliz” se convierte en la belleza de todos los días?

Este texto forma parte de la serie Las cosas que no le cuento a nadie, una mirada íntima a lo cotidiano, a lo no dicho, a lo que vive fuera del margen de las historias oficiales.

El escritor… es un creador, un tejedor de sueños y realidades. Me gusta (y aún me gusta) sumergirme en el universo de las narrativas, aquellas que habitan en los libros, en las historias, donde los personajes cobran vida: “el bueno”, “el héroe”, “el villano”, y la sazonada trama que se despliega ante nosotros, repleta de encrucijadas que aquellos que portan la luz, la verdad y la justicia deben resolver.

Después de un sinfín de enredos que superan las doscientas cincuenta páginas, de sueños, dramas, amores y calamidades que nos atrapan, los amantes encuentran su camino hacia la unión, abrazados por el amor eterno. Los buenos logran materializar sus sueños, mientras que los villanos enfrentan el inevitable eco de sus acciones. Así es la regla del relato…

Pero lo que realmente me fascina, lo que me invita a la reflexión, es cómo imagino esas vidas de “felices para siempre”. ¿Cómo es el día a día de quienes viven sus sueños, el arte de hacer de lo cotidiano una celebración? Creo que esas son las tramas más fascinantes, más ricas, que las que giran en torno a la resolución de conflictos y viviendo siempre en plenitud y gozo, en expansión.

¿Acaso las historias de los libros que nos hacen soñar siempre comienzan y terminan con un “y vivieron felices para siempre”? Esa es la pregunta que desafía las convenciones de la narración.

Macu.Kitschmacu.

✨ El amor verdadero comienza cuando ya nadie lo está narrando.

¿Te gustó este texto? Sigue explorando esta serie:

  1. 🗝️ Secretos de lo cotidiano
  2. 🎬 Catherine Deneuve, musa de sí misma

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lunes, 2 de junio de 2025

✨ La magia detrás de la magia

⏱️ Tiempo de lectura: 3 minutos

El misticismo del diseño y la creatividad.

Se suele pensar en estos procesos como actos casi mágicos, donde —por arte de no se sabe qué— una persona o un grupo de personas (“los creativos”) crean “de la nada”, en apenas “un par de horas”, tras recibir un brief con apenas “un par de referencias”.

De par en par… Se solicita, se espera (y a veces se exige) que ese genio —o ese grupo de genios— haga lo imposible: “Proyectar el futuro. Dar un paso hacia lo desconocido. No fallar. Romperla.”

Claro: sin presión. Parece magia… Spoiler: no siempre lo es. Dato interesante: no es magia, pero parece. Y muchas veces, el cliente no nota la diferencia.

Pero... ¿Qué significa fallar? ¿Qué significa “romperla”? ¿Quién lo decide? ¿Por qué? ¿Ante los ojos de quién algo es innovación? ¿Y esos ojos… son realmente innovadores? ¿Quién evalúa al creativo? ¿Es creativo también?

¿Qué sucede cuando quien solicita, impone?

Cuando las ideas se descartan sin contexto, cuando se aplican “asegunes” sin criterio, quien crea comienza a proponer cada vez menos. No porque le falten ideas, sino porque empieza a creer que no valen. O porque sabe que serán evaluadas bajo filtros subjetivos, jerárquicos y limitantes.

Así, sin aspavientos, se sofoca la innovación. Y la creatividad.

Los procesos creativos necesitan espacio. Pero también dirección. Respaldo, entendimiento… Y, en la mayoría de los casos, una dosis considerable de valentía.

Valentía para no bajar la cabeza ante el primer “no”. Para florecer a pesar del rechazo. Para hacer ruido. Para rescatar, refinar, redefinir, volver a proponer… y defender.

El surgimiento de ideas creativas tiene algo de pesca:

  • Abrir la red lo más amplio posible. Para aumentar el recaudo, para dejar que la diversidad aparezca.
  • Y luego, tener claridad absoluta sobre qué vale la pena desarrollar. Porque una vez llena la red, se trata de seleccionar lo que tiene futuro, alma y forma.

Como en la pesca sustentable: algunas ideas deben volver al estanque. Para que ganen peso, color, y sigan nutriendo el entorno. Para ellas también llegará su momento.

Entendimiento. Valentía. Estrategia. Edición. Diseño. Revisión. "La magia" detrás de la magia.


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🐚 Las mejores ideas no gritan, maduran en silencio. Solo necesitan espacio, cuidado… y el momento justo para salir a la superficie.

Macu.Kitschmacu

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martes, 27 de mayo de 2025

La paradoja de los productos de marca: cuando quitar el logo también comunica

🔍 La paradoja de los productos de marca

⏱️ Tiempo de lectura: 2 minutos

Branding, my love se posicionó fuertemente para ser el tema de la semana en este bonito blog.

En el post que encontrarás debajo de esta nota (Avis) (solo scrollea un poco más para encontrarlo), comenté que al final, todos venden lo mismo. Al quitarle las marcas a aquello que compramos, nos quedamos con productos genéricos. Un ejercicio simple: recuerda las marcas de agua embotellada que se venden en tu región o país; quítales las etiquetas (piensa en la más barata, en la más cara, en la que sueles consumir) y te quedas con una botella de agua simple.

Las marcas se han integrado a la vida, a lo cotidiano, a tal extremo que existen esfuerzos extraordinarios a los que muchísimas personas incurren para “disfrutar” del estatus que ciertos productos “pueden ofrecerles”.

Sin embargo, existe la paradoja de los productos de marca.

Hombres europeos y japoneses suelen “des-emblemar” sus autos para eliminar cualquier indicio del modelo que han comprado. Esto es ya sea para ganar puntos de credibilidad entre amigos (por no admitir que es el modelo más barato) o para personalizar algo que comenzó como un producto de fábrica y convertirlo en una propiedad única. De hecho, la mayoría de los fabricantes europeos ofrecen ya la opción de “eliminar insignias”.

¿Otro ejemplo? Los propietarios de cámaras Leica han cubierto durante mucho tiempo el distintivo logo del punto rojo en el cuerpo de la cámara. Después de haber ahorrado una cantidad significativa de dinero para comprar una, muchos nuevos propietarios también las “des-embleman” con simple cinta adhesiva negra.

Este comportamiento está impulsado en parte por razones económicas y por la esperanza de que, al eliminar el punto rojo, disuadirán a los ladrones; y en parte por razones prácticas: un fotógrafo callejero puede esperar que eso lo ayude a pasar más desapercibido.

Quizá también haya una especie de snobismo inverso en juego: “Si puedes identificar el significado de la cinta negra, entonces puedes unirte al club”.

¿Ser o no ser? ¿Tener o no tener?... He ahí el dilema del consumidor y las marcas.

Si te interesa más de este tema, puedes pasar a la nota de abajo o bien visitar un clásico de todos los tiempos de kitschmacu.com:

🍔 Burger King y sus eslóganes: el precio de no decir siempre lo mismo


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🌒 A veces lo más valioso no es lo que se muestra, sino lo que se insinúa. El poder también habita en el silencio del logo que ya no está.

Macu.Kitschmacu

lunes, 26 de mayo de 2025

Avis. Nos esforzamos más… porque tenemos que hacerlo


⏱️ Tiempo de lectura: 4 minutos


Retomemos un poco el tema de Branding del que hablábamos la vez pasada.

Nos quedamos en que es importante hacernos tres preguntas fundamentales:

  • ¿Dónde estamos realmente?
  • ¿Dónde podríamos estar?
  • ¿Tenemos la capacidad estratégica para llegar allá?

Después de esas tres preguntas, surgen algunas derivadas que nos siguen llevando a la introspección: ¿Qué se vende? ¿Qué se comercializa? ¿Qué se trata de posicionar?...

Básicamente todos venden lo mismo… sí, lo mismo. Si nos vamos a la raíz, nos quedamos con un producto genérico: botellas de agua, ropa, un vuelo en avión, una bicicleta, una casa, una hamburguesa.

Sí, todo es lo mismo (quítale la marca y te quedas con un producto o servicio base)… Entonces tenemos que crear diferenciadores. Algunas veces se crean, otras se encuentran, otras se establecen (depende del caso).

¿Es que en este momento en el que nos encontramos verdaderamente existen organizaciones, proyectos, productos o servicios que tengan algo único y genuino por decir?

(En modo pregunta, aquí no estamos aseverando nada, estimado lector).

“Algunos dicen que una verdadera prueba de una mente estratégica y creativa es tener que encontrar una nueva manera de vender una caja de cerillos o una barra de jabón, para descubrir lo que hace único a lo ubicuo.”
Michael Johnson, Branding: In Five and a Half Steps, Thames & Hudson (s.f.)

Recordemos que partimos del precepto del renglón 8.

Algunas veces basta con hacer relucir puntos sencillos del producto: medidas, funcionalidad, eso que es fácil de notar a simple vista (muchas campañas han nacido y se han desplegado así… y obtuvieron buenos resultados).

Pero a veces la verdadera "verdad" es más difícil de reconocer.

Aquí una historia clásica:

A principios de los años 60, un equipo de agencia trabajó con lo que la empresa de renta de autos Avis realmente ofrecía al mundo. Sus investigadores, personas de marketing, seguían llegando a la misma frase:

“Nos esforzamos más porque tenemos que hacerlo.”

Había muy poco que diferenciara a Avis de Hertz, el líder del mercado, u otras marcas de alquiler. Este hallazgo de investigación llevó a una de las mejores líneas publicitarias de los últimos 50 años:

“Avis es solo el No. 2… Nos esforzamos más”, que con el tiempo se acortó a:

“Avis. Nos esforzamos más.”

Esta honestidad continuó en los titulares: “Avis no se puede dar el lujo de no ser amable”, “Avis no se puede dar el lujo de tener ceniceros sucios”, “Avis no se puede dar el lujo de…”

La durabilidad del hallazgo y la calidad del trabajo continuaron por décadas.

En 2012, Avis lanzó una nueva campaña dirigida a viajeros de negocios con el lema “Es tu espacio”, pero pronto regresaron a “Nos esforzamos más”, con su primera campaña televisiva europea en 60 años.

Entonces, ¿por qué este ejemplo sigue siendo tan interesante, incluso 60 años después?

Porque no pretende ser lo que no es (Avis no está intentando ser el más grande o el mejor del mundo). Tiene la enorme capacidad de reconocerse, y al reconocerse es capaz de tocar con su calidez, humildad, está basado en una “verdad” de producto, es defendible (es decir, difícil de adoptar por otros) y ayuda a Avis a destacar en un mercado complicado y competitivo.

Y todo provino directamente de una investigación profunda y excelente.

Moraleja, alineado al post pasado:

Paso número uno con este buen señor (Mr. Branding): investigar.

👉 Si quieres conocer más de Mr. B, visita esta nota: Mr. B. y el paso que nadie debería saltarse.

🧠 Frase destacada:
“Cuando no eres el más grande, tienes que ser el más claro.” 💡

Macu. Kitschmacu

Seguiremos conversando de branding en las próximas notas. Me encantaría leer tu opinión. ✍️

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Referencia:
Johnson, M. (s.f.). Branding: In Five and a Half Steps. Thames & Hudson.

viernes, 23 de mayo de 2025

Catherine Deneuve, musa de sí misma

⏱️ Tiempo de lectura: 3 minutos

Catherine Deneuve, musa de sí misma.
Esta nota forma parte de la serie de narraciones Las cosas que no le cuento a nadie.

Catherine Deneuve me parece una mujer interesantísima. Lo dije hace unos días, como quien deja caer una frase en la mesa del desayuno, sin esperar que alguien la recoja, a lo mucho, que alguien la baje con un trago de jugo de naranja.

Es tan clásica… pero no en el sentido aburrido que a veces tiene esa palabra, sino en esa forma rara y admirable de ser de una pieza, de no necesitar explicarse. París le quedó bien. Buñuel la miró sin decirlo. Saint Laurent le vistió los hombros y los silencios. Mastroianni le quiso, dicen, como sólo se quiere a lo que se admira mucho y se teme perder.

La perdió al final, pero la acompañará hasta el último día.

La estética de sus películas no es otra cosa que el espejo de ella misma, ampliado. Su belleza de día parece una forma de luz. El cabello suelto, con volumen de estrella, no pide permiso: se instala, se impone. Le viene bien.

¿Será que el volumen en el cabello me viene bien también?... Seguro sí. A las mujeres nos sienta bien la presencia y el misticismo. Un elegante arrebato propio que todos admiran en silencio.

A veces me imagino cómo sería conversar con ella. ¿Por dónde se empieza con alguien que ha sido musa sin proponérselo? ¿Tendrá una entrevista favorita, una que no se haya repetido dentro de tantas? ¿Se pondrá nerviosa todavía? ¿O ya no? Quizá le pasa como a las actrices de teatro que hacen suyo el escenario aunque les tiemble una mano detrás de la falda.

A mí, la gente que crea arte con su sola presencia me parece sublime. Porque se dejan ver, sí, pero también se quedan en la historia. Cada entrevista, cada plano, cada silencio suyo —todo eso es registro de una evolución que no necesita anunciarse.

¿Tomará su café con galletitas o lo preferirá solo? ¿Le gustará con azúcar? ¿Le dará una calada a su cigarro antes del primer sorbo de café o justo después, como quien marca el ritmo de una escena? Me la imagino envuelta en costura negra, inclinada apenas, con una risa breve, la mirada altiva y ese humo elegante, como si estuviera escribiendo con él en el aire algo que nadie más va a leer.

¿Será que es mejor conversar con ella en su balcón en París? ¿O preferirá algo más relajado e informal en su huerto?

Macu.Kitschmacu


👉 ¿Te gustan estos relatos íntimos? No te pierdas la entrada anterior de esta serie: Secretos de lo cotidiano

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miércoles, 21 de mayo de 2025

🧠🎁 The Gift – Kitschmacu Habemus Podcast Ep. 3

 


El episodio número tres de Kitschmacu Habemus Podcast tiene el bonito nombre de The Gift, inspirado en el libro de Edith Eger (de mis favs).

¿Qué tal que te tomas un break de 10 minutos y lo escuchas?
Te prometo: una historia sobre la vida, la libertad, las elecciones y el amor incondicional.

🎧 Escúchalo mientras haces una pausa real. A veces, 10 minutos pueden cambiar la narrativa del día.

Está listo para ti, da clic:

Una vez que lo escuches, me encantaría conocer tu opinión. ¿Y si la dejas aquí abajito en la sección de comentarios?

✨ “Elegir la vida es también aprender a soltar aquello que nos ata.” ✨


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Macu. Kitschmacu
The Girl Who Knew Too Much

lunes, 19 de mayo de 2025

Mr. Branding y el paso que nadie debería saltarse

 

⏱️ Tiempo de lectura: 2 min

Retomando los inicios de este bonito blog.

Para el día de hoy tenemos un gran invitado… Mr. Branding.

Paso número uno con este buen señor: investigar.

Descubrir dónde se encuentra una marca (o más importante aún, dónde no se encuentra) dentro del mercado es un primer paso crucial.

Si no investigas, no te sumerges, no llevas a cabo una exploración seria y estratégica… entonces no entenderás los problemas, situaciones, riesgos, creencias, verdades, falencias, falacias ni los supuestos que la rodean.

Y lo peor: terminarás creando soluciones fantásticas (en tu cabeza)… para los problemas equivocados. Oops.

El paso uno puede ayudarte a identificar los problemas correctos que realmente necesitan resolverse.

Y cuando investigas, aparece una gran amiga de Mr. Branding: Miss Percepción. Esta señorita puede ser tan buena, mala o indiferente… según cómo investigues.

Así que, antes de ir a cualquier parte con Mr. Branding (quien, dicho sea de paso, es un gran tipo), necesitamos hacernos tres preguntas fundamentales:

  • ¿Dónde estamos realmente?
  • ¿Dónde podríamos estar?
  • ¿Tenemos la capacidad estratégica para llegar allá?

Seguiremos conversando de Mr. B en los próximos posts. Gracias por pasar.

Si no entiendes el contexto, terminarás resolviendo los problemas equivocados con soluciones brillantes… pero inútiles.
¿Te interesa seguir profundizando? 👉 Lee también: 3B Model

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Macu.Kitschmacu

domingo, 18 de mayo de 2025

Un domingo de sol en spray

 


⏱️ Tiempo de lectura: 1 min

Hacía un calor como el de las vecindades en vacaciones, ese que te obliga a buscar sombra aunque sea debajo del recuerdo. Una lata de pintura dorada estaba allí, como una promesa que se cumplió. Y sí, hizo su magia. Un domingo de sol en spray.

Encontré esta frase subrayada, en un libro que me acompaña últimamente:

“Si tienes que contarnos lo importante que eres, tan importante no serás”.

Pensé en quienes hacen sin decirlo, en quienes crean sin aclamar aplausos… y también en los otros, los que solo hablan de lo que son, porque no tienen nada más que mostrar. Quienes necesitan gritar lo que supuestamente son, como si repetirlo bastara para que sea verdad.

🌡️ *A veces el calor no viene del sol, sino de la memoria.*
🌠 ¿Te gustó esta nota? Lee también: a las estrellas alcanzar

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Macu. Kitschmacu

viernes, 16 de mayo de 2025

A placer


🕰️ Tiempo de lectura: 1 min

Me gusta la idea de poder escribir a placer, de ganas, por ganas... de ponerle palabras a eso que llama mi atención. Escribir por el puro gusto de contar una historia, de colocar una palabra tras otra hasta crear algo que, para mí, tenga una forma agradable.

Escribir. Crear a placer. Con fondo. Explorar la forma. Desafiar la puntuación y la gramática. Las comas, como los mexicanos —según dijo Chavela Vargas— “nacen donde se les da la gana”.

Tan mías, tan cadenciosas e inoportunas. Dramáticas. Cortan el aire, revuelven la idea. Las comas. Las ganas.

Macu.Kitschmacu

🌿 Si esta nota te hizo respirar más lento, quizás también disfrutes: 👉 La suavidad de los viernes y otras formas de habitar la calma

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