Huele a velas.
Escucho lluvia.
La luz blanquecina de la luna se percibe apenas por la ventana entreabierta de la habitación.
Truenos.
Sonidos de sirenas.
Nubes que se acomodan para seguir cayendo.
No hace calor. No hace frío. No hace nada.
En la nada todo cabe, todo pasa, todo es posible.
Ya no huele a velas.
Escucho más lluvia.
Entran el viento y la luna.
Las gatas reposan: una cerca de mí, la otra cerca de la primera.
Suave es la noche.
Macu. Kitschmacu
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