Dove ha encontrado una maravillosa comunicación (el trasfondo psicológico está sumamente bien llevado, analizado, comprendido, y sensacionalmente puesto en práctica… Gestalt, pensamiento positivo, lenguaje asertivo, ¡todo!) con su mercado objetivo, el empoderamiento de la mujer no es una moda, la temática femenina se cimenta justamente sobre mujeres cada vez más informadas y educadas que buscan generar escenarios justos, abiertos y consientes para otras mujeres, ¿por dónde empezar?, ¿por la familia, por el trabajo, por la escuela?, empecemos por nosotras mismas, por aquello que creemos, por como hablamos de nosotras en diálogos internos y como nos expresamos de nuestro ser ante los otros y por supuesto de las demás… por todo aquello que por educación, tradición, cultura, “modelo”, nos han hecho creer que una mujer es o “debe” ser / tener. Rompamos paradigmas, construyamos realidades para estos tiempos y espacios en los que nos desenvolvemos.
“Las niñas no juegan futbol”, me repitieron hasta el cansancio mi mamá y mi tía cuando era chica, “con ese corte de cabello pareces hombre”, “esa camiseta es de varón ya no te la pongas”, “no te pares así”, “las mujeres no se tatúan”, ¿Qué juicios te hicieron: los gustos, el cabello, los pies, la sonrisa, el carácter?, ¿Qué cosas dejaste de hacer por “imposición y conservación” del rol?, seguro las recuerdas y desde esta tu realidad, algunas de ellas aun duelen.
Nadie define tu belleza, nos dice Dove, ampliemos el espectro… nadie define tus gustos, tus elecciones, tus sueños, tu cuerpo, tus pensamientos, tus emociones, tu expresión… nadie define quien soy, nadie que no seas tú misma define quien eres.
¿Es complicado?, seguro, no estoy diciendo que sea fácil, vivimos inmensos en una cultura, tradiciones, ritos, expectativas, realidades que parecen inamovibles… “Una mujer no nace… se hace”, y así en seis palabras Simone de Beauvoir destruyó los mitos femeninos de ese entonces, para así activar el engranaje del cambio social que en su época la mujer vivía. ¿se puede? ¡sí!, seamos pues también ese engrane que contribuye a que el cambio sea palpable, para esta y las generaciones que vienen.
Todas contamos, todas sumamos. Tenemos voz.
Macu. Kitschmacu.
#MiBellezaMiDecisión
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