Pd2. Necesito unas calcetas de esas del rayo emprendedor.
Coppel es una de las marcas sobre las que más me gusta escribir en este blog. ¿Por qué? Por su buen trabajo de comunicación, por la evolución de su marca a lo largo de los años, y por la cercanía con la que la percibo. Coppel es real, tangible y, para mí, entrañable.
En uno de mis posts viejitos contaba cómo, de niña, solía esperar a mi mamá en las escaleras de Coppel Escobedo. A veces íbamos a buscar ropa nueva para el Día del Niño: mi hermano, yo, los zapatos recién salidos de su caja, mi mamá con su tarjeta amarilla, esa misma que sigue firmada desde hace más de 30 años.
Recuerdo los anuncios en la TV local, cuando llegaba la temporada de calor y anunciaban “la llegada del diablo del calor” para recordarnos que en Coppel podíamos comprar abanicos, coolers y aires acondicionados para sobrellevar la temporada.
El olor a la tienda. Las escaleras. La ropa nueva. Mi mamá. La infancia.
Hoy, desde hace ya varios años, Coppel nos dio la bienvenida a lo que se conoce como la Attraction Economy. ¿Qué es eso? Es la capacidad de una marca para entretener, satisfacer y sorprender a las personas a través de sus gustos, pasiones y emociones.
Y con esta Attraction Economy, Coppel nos presenta el amor. Un amor que llega para quedarse. Un amor que genera conexión emocional con sus consumidores, y que se convierte en su gran diferenciador (y sí, por eso sus anuncios son tan irresistiblemente bonitos y nos llegan directito al corazón).
Somos seres emocionales. Entonces, ¿por qué habríamos de dejar fuera las emociones en la comunicación, en la publicidad, en la industria? No hay razón. Y Coppel lo entendió muy bien. Tan bien, que —como escribí hace algunos posts— la considero la primera gran Lovemark mexicana.
Lovemark = Respeto + Amor
Ese es el objetivo: una combinación de emoción y un respeto sólido.
El respeto se convierte en lealtad, y esa lealtad va más allá de la razón.
Es justo ahí donde aparece el amor… y comienza la revolución creativa.
¿Cómo no amar la comunicación de Coppel si en cada campaña nos cuentan una historia?
Nos recuerdan el paso del tiempo, el esfuerzo, el amor de familia, la ternura de mamá, la complicidad de la pareja, la ilusión de los niños, la recompensa de confiar. Coppel es la llave par muchísimas cosas, para muchos sueños, para muchas realidades y verdades.
Experiencias emocionales. De esas que vivimos todos los días.
Macu. Kitschmacu.
Pd. Y además salen perritos en sus anuncios. Ah, y gatitos. Más amor, gracias. 🐾