El mundo es multicultural, diverso, cambiante y en muchos
aspectos también sensitivo, la temática femenina se vuelve preponderante y
seguirá haciéndolo, tópicos que nos limitan o nos colocan en una segunda posición
social, laboral (segunda en el “mejor” de los casos), toman fuerza, muchos de
ellos se legislan y se emprenden acciones, otros tantos siguen ahí… solo ahí,
tareas pendientes aún son muchas, sin embargo las conciencias y las voluntades
se suman a este despertar.
Citando a Simone de Beauvoir: “Mientras no se haga realidad
una perfecta igualdad económica en la sociedad, y mientras las costumbres
permitan a la mujer disfrutar como esposa y amante de los privilegios que
corresponden a algunos hombres, el sueño de un éxito pasivo se mantendrá, frenando
su propia realización". (Agregaría yo la perfecta igualdad educativa,
social, de salud, etc.)
Barbie, uno de los estereotipos que por años ha “dictado” de
forma poco realista el espectro de feminidad, anunció ayer un cambio en la
manufactura del producto. Mattel, en
escucha de las peticiones de padres que clamaban por modelos más reales y
representativos, anunció el día de ayer que su conocida muñeca abraza la
diversidad y las etnias, por tanto el modelo espigado, de delgadez,
proporciones y voluptuosidad imposible de la antigua rubia muñeca será complementado
con una oferta de 3 nuevos cuerpos: alta, curvilínea y petite. Las tonalidades
de piel serán ahora 7 diferentes, 22 tipos de colores de ojos, 30 diversos
colores de cabello y 24 nuevos estilos de cabellera, así como también 14 nuevos
rostros.
De golpe Mattel atiende años de críticas y señalamientos que
por años habían caído sobre el producto de Barbie, un cambio que “socialmente”
atiende una vieja deuda y nivel negocio,
un lucrativo nuevo mercado de producción, con la infinidad de combinaciones que
podrán realizarse.
La fórmula de la combinatoria resulta con todos estos
elementos de cuerpos, cabelleras, ojos, rostros y peinados, en verdad muy
lucrativa para la compañía.
Macu. Kitschmacu.