lunes, 28 de julio de 2025

Consejos furtivos para vivir con más ligereza


10 consejos que no pedí, pero se me quedaron

⏱ Tiempo de lectura: 5 minutos

Lunes de compendio de cosas que alguna vez leí, me contaron o escuché en alguna conversación. Nada trascendental, pero sí curioso. Por la curiosidad y por la peculiaridad, que no son lo mismo.

Sin más preámbulo, con ustedes este compendio de conocimientos, ideas sueltas y por qué no, ideas para llevar a cabo desde la comodidad del hogar. Podrá usted, apreciable lectora, estimado lector, realizar alguna de ellas o si así lo prefiere meditar sin mucha profundidad pero sí con ligereza y simpatía en alguna.

🌙 1. “No necesitas ponerte perfume para dormir... pero si lo haces, te vas a sentir deliciosa.”

Y no es para nadie. Es para ti. Por ese ritual invisible que nadie ve. Por esa complicidad silenciosa entre tu cuerpo y tu deseo de sentirte bien, solo porque sí. Ligera y olfativa travesura que resulta delicioso realizar.

2. “El café no te despierta. El sueño es más fuerte.”

Me lo dijo una nutrióloga. Una vez, dos veces, varias veces. Luego lo confirmé. Y ahora que dejé el café, lo entiendo de forma luminosa. Dormir bien es el nuevo lujo. Uno sin etiqueta ni taza de cerámica, ni capsulitas Vertuo. Eso de las 8 horas de sueño es verdad. Hay que darle tiempo a las células de que se regeneren y hagan lo suyo, el sueño es su gran aliado.

📨 3. “No tienes que contestar el WhatsApp en cuanto lo lees.”

Ni el correo. Ni el DM. Ni la vida entera. Responde cuando estés lista, no cuando te pique la ansiedad. Respetar tu tiempo no te hace menos comprometida. Te hace menos drenada. Alguien por ahí me dijo una vez: “Ni tampoco tienes que tener o poner la última frase en la conversación de whatsapp”. ajajaj mi vida cambió. ajajajaj

4. “Di que no con la voz que usarías si te hubieras ganado el Oscar.”

Con firmeza, elegancia y sin justificarte. “Gracias, esta vez no.” “No en este momento.” “Paso con cariño.” Y luego sal del escenario. No expliques. Brillas más así. Ya lo dijo Cate Blanchett con un Oscar en mano: The world is round, people!

👁️‍🗨️ 5. “Tú no eres fea. Solo estás viendo fotos donde no te amabas.”

Sí, la luz influye. Sí, la cámara delantera a veces traiciona hasta a la más bella. Pero la verdadera distorsión es emocional: a veces, lo que no aceptamos de nosotras, lo vemos exagerado en el espejo. No necesitamos filtros. Necesitamos pausas y recordar que estamos acompañadas. Visité una expo en CDMX que me gustó mucho, se llama Mystika. Al salir, en la Gift Shop, había un imán: “Si supieras quién camina a tu lado por la senda que has escogido, sería imposible que experimentaras miedo” … el imán ya está en mi refri y la frase en mi cabeza, en el corazón y ahora en tu monitor.

🍽️ 6. “Come despacio. Nadie te lo va a quitar.”

Tienes tiempo. Mastica. Respira. Saborea. Disfruta. Comer lento es una forma de decirte: estamos bien.

💗 7. “Love is love, empezando por casa.”

El amor que te das  ti mismo, a ti misma, se irradia a los demás. No pide permisos ni explicaciones. Se siente seguro y cuida. Si tiene que esconderse o doler, no es amor: es otra cosa. Es miedo… Tal vez ese es el verdadero lobo disfrazado de oveja.

📵 8. “No todo lo que piensas tienes que decirlo. Y no todo lo que sientes hay que postearlo.”

Hay cosas que valen más cuando las dejas en pausa. Cuando las dejas crecer en silencio. No todo necesita validación inmediata. Algunas verdades maduran mejor en el cuaderno.

9. “Haz algo bonito con lo que aprendiste.”

Este es mío. Pero lo heredé de todas esas versiones mías que creyeron que “se equivocaron” y luego tomaron notas y acción. Siempre se puede volver a empezar. ¿Cuántas veces?... Las que sean necesarias.

🧴 10. “Hidrátate, pero no solo con agua.”

Hidrátate con conversaciones que no te cansen. Con canciones que te suban la espalda como ola refrescante y vigorosa. Con descansos gozosos. Con una caminata sin reloj. Con un buen podcast. Con un gran libro. Y sí, también con agua, con jengibre o limón si se puede.

Fin del comunicado, apreciables lectores. Pueden regresar a sus actividades… o quedarse aquí, oliendo su muñeca perfumada.

Un abrazo,

Macu.Kitschmacu

💬 ¿Te gustó este compendio? Compártelo con alguien que coleccione frases, como tú:

📘 Facebook | 🐦 X | 🔗 LinkedIn | 💬 WhatsApp | 📨 Telegram

📸 Para compartir en Instagram, sube una frase como historia o carrusel y etiqueta a @kitschmacu.

Y si quires seguir explorando el blog te recomiendo: La autobiografía de la ostra

sábado, 26 de julio de 2025

Versión sin corrección #1 en Ko-fi

 

¿Qué pasa cuando una no corrige nada?
Ni el texto, ni el impulso, ni el recuerdo.
Así nace Versión sin corrección.

💥 Primera entrega: Lo que el silencio me enseñó. 

Disponible ahora en Ko-fi: https://ko-fi.com/s/7115de1eab < Clic en la liga

Descárgalo, léelo y disfrútalo

martes, 22 de julio de 2025

❤️ ¿Por qué Toblerone tiene tantas versiones? Una historia de sabor y marketing emocional 🍫





¿Por qué Toblerone tiene tantas versiones?

🕒 Tiempo de lectura: 4 minutos

Entre nostalgia, sabor y marketing con emoción

No era hambre. Era emoción envuelta en un cartón triangular. 🍫

Primero fue el clásico: el de envoltura dorada con letras marrón. Ese que parecía un souvenir europeo.
Luego vino el blanco. Y después el azul. ¿Qué le pasó al Toblerone?

Una vez creí que Toblerone solo existía en los aeropuertos, en los lugares lejanos. De hecho, cuando estudiaba, una amiga que solía viajar al extranjero siempre me traía uno de regalo (así fue como los conocí), y digamos que fue amor a primera vista:

  • Empaque diferente, más rígido, con impresión de alta calidad y forma triangular
  • El chocolate al sacarlo de la cajita, y ese peculiar diseño de triángulo de chocolate, espacio para cortar, triángulo de chocolate, espacio para cortar
  • Definitivamente el bite perfecto para degustar

Y claro, después de un bite, el otro y el otro, y así hasta llegar al final de la barra.
Recibir ese regalo, era como recibir algo que venía con pasaporte: elegante, extranjero, aspiracional. Una barra que decía “estuve lejos… y me acordé de ti”.

Pasó el tiempo y bueno, fue mucho más sencillo encontrar el tan bien recibido manjar. Ahora puedo verlo y comprarlo en Sanborns, Home Depot (creo), en el súper. En Amazon.
Y no, no solo en su versión original, sino en una hermosa colección de personalidades azucaradas que parece crecer cada temporada: Crunchy Almonds, Salted Caramel, White, Dark, Fruit & Nut, Orange Twist, Raspberry, Praline…
¿En qué momento se multiplicó?

La respuesta corta: marketing emocional.
La larga: Toblerone entendió lo que muchas marcas aún no… que no solo venden producto, venden posibilidad.

Toblerone no vende chocolate. Vende un momento. Una sensación de "esto es especial", aunque te lo estés comiendo sola viendo una serie turca a las 11:38 de la noche (ajajajaj no estoy haciendo eso jajajaja).

Que por cierto, con eso que acabo de escribir… sueno a maestro de merca en la primera clase preguntándole a sus alumnos: ¿Qué vende Starbucks? Y cuando todos contestan “Café”, remata con su experiencia de todo buen marketero: “Experiencia, jóvenes. Starbucks vende experiencia, no café” ajajajajaj.

Toblerone ha lanzado más de 20 versiones distintas en las últimas dos décadas, con estrategias distintas según región, canal de venta o nostalgia objetivo.

Hoy los chocolates también se personalizan. Se coleccionan. Se comparan.
¿Cuál es tu favorito? se convierte en conversación.
A mí me gusta el Crunchy Almond, el Original y el Oscuro.

¿Por qué nos emociona tanto un nuevo sabor de Toblerone?
Porque no es sólo chocolate:
Es identidad comestible.
Es sentir que elegiste algo distinto. Que el mundo tiene variedad. Que puedes probar algo nuevo sin moverte de tu sala.

Porque comer es también contarse una historia a una misma.
Y en esa historia, a veces somos la que elige el clásico…
Y otras, la que se atreve al azul.

Quizá por eso seguimos probando cada versión nueva.
Porque cada una nos promete ser la mejor, aunque siempre volvamos a la primera que conquistó el paladar y el corazón.


🧪 En una investigación no exhaustiva, y claramente no académica:

Versión ¿Existe? Notas
Original (milk chocolate)La clásica
Dark Chocolate (amargo)Permanente en muchos países
White ChocolateMuy común
Crunchy Almonds (Toblerone Azul)Disponible en México y Europa
Fruit & NutPopular en Reino Unido
HoneycombVisto en UK y duty free
Salted Caramelized AlmondsEdición especial
PralineEn mercados como Suiza y Alemania
CoconutEdición limitada
Orange TwistEdición temporal
Toblerone TinyNo es un sabor distinto, pero sí formato emocional
Gingerbread, Snowtop, Christmas EditionsTemporales navideñas

Muchos, bellos poemas. Sabor chocolate. Sabor Toblerone.

Macu. Kitschmacu

Comparte este post:
📘 Facebook | 🐦 X | 💼 LinkedIn | 📱 WhatsApp
Para compartir en Instagram: toma captura o usa el link directo en tus historias.

Recomiendo también una bonita nota de 2012: Toblerone azul: rediseño suizo con sabor a Crunchy Almonds

jueves, 17 de julio de 2025

Suave es la noche

Huele a velas.

Escucho lluvia.

La luz blanquecina de la luna se percibe apenas por la ventana entreabierta de la habitación.

Truenos.

Sonidos de sirenas.

Nubes que se acomodan para seguir cayendo.

No hace calor. No hace frío. No hace nada.

En la nada todo cabe, todo pasa, todo es posible.

Ya no huele a velas.

Escucho más lluvia.

Entran el viento y la luna.

Las gatas reposan: una cerca de mí, la otra cerca de la primera.

Suave es la noche.

Macu. Kitschmacu

miércoles, 16 de julio de 2025

Una campaña de galletas que no era para mí… pero me abrazó igual

Publicidad que me rompió el corazón (y no era para mí)

La campaña de galletas que abrazó a familias enteras

Tiempo de lectura: 3 minutos

Hoy toca turno a un spot viejito pero bonito: This is Wholesome, lanzado por Honey Maid en marzo de 2014. Un comercial que, aunque nació en medio de controversia, dejó un mensaje poderoso que sigue vigente.

La base narrativa: amor, familia, empatía, encuentros… y lo familiar dentro de lo diverso.

Yo no tengo hijos. Pero no hace falta ser padre o madre para sentir el corazón emocionarse al ver a personas que confían en su historia, en su vínculo, en su amor, para construir un hogar —uno propio, distinto, real.

💛 Amar, cuidar, acompañar, fortalecer y permitir que el otro sea quien es. Eso es amor.

Eso es lo que muestra este comercial.

Aunque en su momento recibió comentarios reaccionarios, Honey Maid respondió con un gesto hermoso (no te lo cuento… ve el video aquí arribita). Un ejemplo de branding emocional bien ejecutado: sin gritar, sin victimizar, solo con verdad y ternura.

Publicidad que abraza. Aunque no comas galletas.

El amor, siempre, es la respuesta.

Macu.Kitschmacu



Comparte este post:

Gran sugerencia de lectura: When you get home

martes, 15 de julio de 2025

Escribí una carta como antes, con sobre, estampilla… y cariño

           

Con sobre, estampa y cariño

⏱️ Tiempo de lectura: 3 minutos

Siempre me gustaron las cartas.

Tienen algo de secreto y algo de emoción.

Como si una pudiera meter un pedazo de sí misma en un sobre y entregárselo al viento, con la esperanza de que se reciba.

Las cartas son trozos de tiempo detenido.

Un "te pienso" que se queda flotando en el papel.

Un abrazo que viaja en la penumbra de un buzón.

Un "estoy contigo", aunque no se diga así.

Hace unas semanas, mi mamá y yo estábamos hurgando en las fotos viejas —esas que viven en una maleta sin nombre, allá en su casa.

Entre retratos torcidos y papelitos con dedicatorias casi borradas, apareció una carta.

La había escrito la más chiquita de mis primas. Una niña entonces, ahora mujer. Treinta y tantos, ya.

Era una tarea de la escuela. Una carta con letra tambaleante, con dibujos, con palabras que se adivinaban más que se leían. Pero ahí estaba: el intento. La intención de contarle algo a alguien. De hacerle llegar su voz con papel y tinta.

De niña, yo también encontré cartas. Unas de amor, escondidas entre los libros de una tía. Cartas de un novio que no le conocí. Leí una. Tal vez dos. Pero me sentí de más. Ajena. No eran para mí.

Entonces supe que las cartas tienen dueño. Un destinatario. Y un remitente que se juega el corazón en cada línea.

Antes era así. Si era algo importante, se escribía a mano. Se compraban estampillas. Se buscaba la dirección con letra bonita. El remitente se coloca arriba. El destinatario abajo, a la derecha. Jamás al revés, si uno no quería que el mensaje regresara.

Hace poco, en pleno siglo XXI, escribí una carta. A mis sobrinos. Desde el Palacio Postal de la Ciudad de México. Porque sí. Porque me pareció bonito. Porque me pareció justo.

Les conté lo que vi esa mañana: Bellas Artes, el Museo Nacional, el mismo Palacio Postal. Tres palacios. Uno en cada esquina. Pensé en Las mil y una noches, pero sin alfombra voladora.

Les hablé del arte, de la gente, de la comida. Del calor. De todo lo que se me ocurrió mientras caminaba y los pensaba.

Doblé las hojas como me enseñó mi mamá. Con cariño. Pegué las estampillas. Y la eché al buzón.

No ha llegado.

Pero fue una carta bonita.

Y escribirla fue suficiente.

💌 “Una carta no siempre necesita destino para cumplir su propósito.”

Macu. Kitschmacu

📤 Comparte esta carta:

🔵 Facebook | 🐦 X (Twitter) | 🔗 LinkedIn | 💬 WhatsApp | 📨 Telegram

Puedes seguir explorando más notas, te recomiendo: Pintar como quien acaricia.

lunes, 14 de julio de 2025

Multidisponibles, multicomprometidos… y agotados: una mirada al burnout moderno

La moda de estar ocupados: productividad tóxica, burnout e identidad

🕐 Tiempo estimado de lectura:
👉 2 minutos

Yo no sé en qué momento se puso de moda estar ocupados.

Quizá fue por esas películas de los ochenta, esas donde los hombres de traje no se quitaban el saco ni para llorar.

O de los libros que decían que había que levantarse a las cinco, tomar decisiones firmes, no titubear, no comer, no descansar.

Éxito era no sentarse. Éxito era estar enojado con el tiempo. Éxito era correr sin saber adónde. O correr a donde corrían los demás.

Y entonces…

Productividad se volvió otra forma de decir: vales.

Aunque nadie preguntara cuánto te costaba valer.

Aunque el costo se llamara agotamiento.

Aunque el cuerpo dijera que no, pero tú respondieras que sí.

Aunque los sueños personales se quedaran guardados como ropa de invierno.

La vida se volvió eso: doce días al año para uno mismo.

Y si tienes suerte… uno o dos días más, con el paso de los años. Que se suma a la prestación de ley de tener chanza de vivir la vida.

Hay que ser productivos. Estar disponibles. Multidisponibles. Sonreír. Multisonrientes.

Mostrar compromiso. Multicomprometidos. Hacer. Multihacer. Parecer. Multiparecer. Ser capaz. Multicapacidad. Multitasking.

Y mientras tanto, ¿quién eres cuando no estás “siendo”?

¿Qué haces cuando no estás “haciendo”?

¿Quién eres para ti?

¿Qué haces para ti?

Se agendan las sesiones.

Se agendan los encuentros.

Se escriben los acuerdos.

Se agenda la comida.

Se cambia la comida.

Se omite la comida.

¿Y la vida dentro tuyo?
¿Aparece en la agenda?
Burnin Burnout Burndreams

Si este texto te resonó, compártelo. Hay muchas personas igual de multitodo buscando un respiro.

Macu.Kitschmacu

Compartir en:

📘 Facebook | 🐦 X (Twitter) | 💼 LinkedIn | 📲 Whatsapp

💻 Como ya estás por aquí te recomiendo visitar también: La suavidad de los viernes y otras formas de habitar la calma.