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jueves, 28 de agosto de 2025

✨ Los eslóganes que aún escuchamos en la cabeza

 


⏱ Tiempo de lectura: 3 minutos

Hay frases que no necesitan presentación. “Porque tú lo vales”. “Me late, chocolate”. Una sola vez basta para reconocerlas, y con un par de repeticiones se convierten en un eco permanente que vive en la memoria.

No importa si cambiamos de canal, de ciudad o de década: esas palabras siguen allí, agazapadas, esperando el momento perfecto para aparecer. Y lo hacen. En medio de una conversación casual, cuando abrimos una envoltura, o simplemente cuando el silencio nos obliga a completar la frase mentalmente.

¿Por qué ocurre esto? La respuesta está en dos ingredientes básicos del marketing sensorial: el sonido y la repetición.

La publicidad entendió (seguramente lo creó) desde siempre que lo breve se pega, y que lo rítmico se recuerda. No se trata solo de significado, sino de musicalidad. “Porque tú lo vales” tiene el mismo efecto que un mantra: empodera porque suena contundente, redondo. “Me late, chocolate” funciona como un juego infantil: una rima que hace sonreír aunque no tengamos hambre.

Y podríamos seguir: “Just do it” de Nike, con su golpe breve y universal; “A que no puedes comer solo una” de Sabritas, convertido casi en un reto cultural; “Think different” de Apple, que sonaba más a declaración que a publicidad. Todos distintos, todos recordados por la misma lógica: suenan bien, son fáciles de repetir, y generan una emoción clara.

La repetición, por su parte, cumple con una función casi hipnótica. El cerebro ama la familiaridad: cuanto más escucha una frase, más segura se siente. Y cuando la seguridad se mezcla con una emoción positiva —belleza, antojo, orgullo, ternura— el recuerdo se vuelve indeleble.

Detrás de cada eslogan hay un truco de memoria colectiva. Nos convencen de que no son solo palabras, sino identidades compartidas. Al repetirlos, sin querer participamos en un ritual invisible de pertenencia: yo lo digo, tú lo entiendes, ambos sabemos de qué hablamos, y casi siempre se siente bien.

La magia está en que no se trata solo de marcas: son pedazos de época. Frases que resisten al paso del tiempo, que atraviesan generaciones y que, de alguna forma, nos recuerdan que todos hemos sido audiencia cautiva alguna vez.

✨ Porque en cada eslogan que recordamos, hay menos publicidad y más espejo cultural.

— Macu.Kitschmacu

martes, 26 de agosto de 2025

☕ El ritual invisible del café


⏱ Tiempo de lectura: 5 minutos

El café no siempre es para despertar. A veces es para detener el tiempo y saborearlo. Está en el calor que se acumula en las manos al rodear la taza, en el pequeño espectáculo del vapor dibujando figuras efímeras, en el sonido constante de la cafetera que burbujea como si quisiera recordarnos que todavía hay un pulso secreto sosteniendo la mañana.

El olor también cuenta su propia historia: hay algo en el aroma del café recién molido que nos arrastra hacia la cocina de la infancia, o hacia aquella sobremesa donde se alargaron las palabras entre risas. El café es memoria en estado gaseoso, flotando antes de que llegue a la boca.

El primer sorbo suele ser un choque, casi un aviso de que algo empieza. Pero es el segundo el que inaugura de verdad el día: ya no quema, ya no hiere, al contrario… reconforta. Es ahí donde el café deja de ser líquido y se convierte en compañía silenciosa, se convierte en caricia.

Cada sorbo tiene algo de confesión íntima: pensamientos que no se dicen en voz alta, rutinas que nadie observa, pequeñas pausas que nos sostienen más de lo que imaginamos. Como la luz que entra oblicua por la ventana y acaricia la mesa, como el borde áspero de una taza favorita que nadie más entiende.

✨ “El café no es solo bebida: es memoria, compañía y confort”

Y sin embargo, aunque ese momento parece tan nuestro, no lo es del todo. Las marcas lo saben. En sus anuncios rara vez hablan de cafeína o de granos: hablan de abrazos, de desayunos familiares, de madrugadas compartidas. El café se vuelve historia, se vuelve símbolo, promesa. Compramos un paquete, pero también compramos la ilusión de que ese instante cotidiano tiene un sentido más grande y personal, casi único.

En ese ritual invisible, el marketing encontró un espejo: no nos vende café, nos vende la idea de que nuestra pausa íntima puede ser relato, memoria y pertenencia.

☕✨ Porque en cada taza de café no está solo la rutina:

está la certeza de que lo cotidiano puede transformarse en lo extraordinario.

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— Macu.Kitschmacu

miércoles, 16 de julio de 2025

Una campaña de galletas que no era para mí… pero me abrazó igual

Publicidad que me rompió el corazón (y no era para mí)

La campaña de galletas que abrazó a familias enteras

Tiempo de lectura: 3 minutos

Hoy toca turno a un spot viejito pero bonito: This is Wholesome, lanzado por Honey Maid en marzo de 2014. Un comercial que, aunque nació en medio de controversia, dejó un mensaje poderoso que sigue vigente.

La base narrativa: amor, familia, empatía, encuentros… y lo familiar dentro de lo diverso.

Yo no tengo hijos. Pero no hace falta ser padre o madre para sentir el corazón emocionarse al ver a personas que confían en su historia, en su vínculo, en su amor, para construir un hogar —uno propio, distinto, real.

💛 Amar, cuidar, acompañar, fortalecer y permitir que el otro sea quien es. Eso es amor.

Eso es lo que muestra este comercial.

Aunque en su momento recibió comentarios reaccionarios, Honey Maid respondió con un gesto hermoso (no te lo cuento… ve el video aquí arribita). Un ejemplo de branding emocional bien ejecutado: sin gritar, sin victimizar, solo con verdad y ternura.

Publicidad que abraza. Aunque no comas galletas.

El amor, siempre, es la respuesta.

Macu.Kitschmacu



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Gran sugerencia de lectura: When you get home

domingo, 10 de diciembre de 2017

Mejores Deseos | Coppel





Branding y ternura: Coppo, Caty y una marca que entiende todo

El branding abarca, sin duda, espectros fascinantes dentro de las organizaciones. Pone al descubierto elementos esenciales y preguntas profundas que toda marca debería hacerse:
¿Qué representamos?
¿Qué valoramos?
¿Qué piensa de nosotros nuestro mercado?

El branding puede explorar un territorio amplísimo: desde valores, visión y acciones, hasta percepciones, grupos sociales, sistemas holísticos, activos tangibles e intangibles. Incluye también la personalidad, la identidad visual, las marcas registradas (y sí, todo eso se engloba dentro de la identidad de marca).

Importante aclarar —y antes de que esto avance más—:
Un buen logo no hace una marca.
Ayuda, sí. Pero no es garantía de nada.
(El negocio no está en el logo... pero ese es tema de otro post.)

Es precisamente en esta amplitud, esta vastedad de significados donde el branding me resulta fascinante, ubicuo, poderoso.

Una correcta implementación puede ordenar y encumbrar organizaciones. Puede devolver valor a marcas que alguna vez lo perdieron. Puede transformar servicios.
Un buen branding —bien pensado y bien ejecutado— puede volver a una marca relevante, entendida… y querida.
(Sí: querida en el sentido de “amada” y también en el sentido de “comprada”.)

Un clásico de fin de año —que confirma todo lo anterior— es la campaña navideña de Coppel. Año tras año, entregan una historia entrañable, visualmente limpísima, emocional y estratégica. Y sí, apuntalan con fuerza su branding corporativo.

Para esta Navidad, con el majestuoso Edificio Vizcaya en Ciudad de México como locación, en 2:21 minutos nos presentan a Coppo y Caty: dos seres que se encuentran y comparten amor incondicional, bondad, paciencia, alegría y ternura.

  • La historia central: uno de los vínculos más fuertes y puros que existen es el que se da —voluntaria y limpiamente— entre un niño y su mascota. Ese amor elegido, férreo y constante, que nos rescata.
  • La paciencia: que todo lo alcanza. Aquí, la paciencia limpia distancias. Educa con suavidad. Obtiene resultados. La paciencia individual puede cansarse, pero la acción colectiva reconforta y une.
  • El tono: evocativo, solidario, conmovedor. Impregnado de infancia y memorias. (Levante la mano quien no haya rescatado o adoptado un perrito o gatito en su niñez…)
  • El final: minuto 2:01. No sabía si llorar o aguantar el sentimiento.

Una comunicación de marca, comme il faut, desde todos los ángulos.

Bien logrado.

Macu. Kitschmacu.

miércoles, 19 de abril de 2017

Renueva tu hogar con Chayanne | Coppel





Lovemark en rosa para la Llave Copel: Chayanne y el poder del respeto

Amor y respeto: principios fundamentales de una Lovemark. Y, diría yo, puntos básicos para cualquier branding bien hecho.

Respeto profundo por lo que la marca hace, por cómo lo hace, por las razones que la mueven y por el propósito que hay detrás. Respeto como sinónimo de consistencia, de desempeño, de confianza, de reputación. Y, por supuesto, respeto hacia su mercado meta.

Lo he dicho en varios posts: Coppel ha hecho un trabajo buenísimo en comunicación, imagen, tono, forma y mensajes. Encontraron la personalidad de su marca, y han sido impecables en transmitirla.

Lo que más disfruto es ver su evolución: desde aquellos comerciales producidos por la televisora local hasta las campañas actuales. Hoy sus anuncios son un deleite visual. Un storytelling optimista. Un product placement discreto, pero poderoso. Todo genera una atmósfera aspiracional, alcanzable y dignísima.

En esta tercera entrega de la campaña Renueva tu hogar, Coppel nos da 41 segundos de un sueño tangible: un mejor hogar para mamá, un auto, un cambio de look.
Y sí, con un Chayanne danzarín, entregado, sonriente, colaborando con ese sueño que se vuelve realidad. Un sueño que renueva la vida y del cual él también es parte activa.

Me parece un acierto total elegir al boricua como vocero de estas campañas.
Chayanne genera un rapport poderosísimo con las mujeres de entre 30 y 45 años que crecimos con su voz, sus ritmos, su sonrisa, su andar.
Es un punto de encuentro emocional con lo pleno y con la vida: la evolución, el trabajo, los pequeños logros, la madurez, la familia.
Un guiño a todo eso que hemos ido construyendo.

(De fondo suena Chayanne en la radio mientras escribo este post. Casual, pero perfecto.)

Mis respetos totales, Coppel.

Macu. Kitschmacu.

Pd. Dios… con el bronceado sobre fondo rosa… Dios. Dios.

jueves, 13 de octubre de 2016

Renovación de salones de cómputo | Coppel







Educación que emociona: Coppel y el aula que me recordó quién fui

¿De qué se trata Coppel?...
De que ame tu comunicación eternamente, al parecer.

Iré por puntos (que son dos):

1. Educación como revolución

Soy una convencida de que la educación es el camino correcto hacia sociedades más justas y transformadoras, hacia empresas más competitivas e innovadoras, hacia ciudadanos más participativos e íntegros.

La educación expande nuestra conciencia, nos muestra nuestras habilidades y particularidades, nos reta, nos apasiona, nos vuelve menos manipulables. Nos empuja fuera de la ignorancia y el conformismo. La educación es trascendencia. Es una herramienta poderosa.

“Para aprovechar las oportunidades que el mundo nos ofrece, es necesario hacer que los mexicanos tengan educación básica de calidad. No es suficiente firmar tratados comerciales y atraer inversión, es importante educar a la población. La educación nos traerá más tratados y más inversiones, pues todo mundo desea asociarse con alguien que está educado”.
– Rafael Rangel Sostmann

Claro, real y contundente.
La educación es revolución.

2. Coppel y el aula que me devolvió a 1987

Esta iniciativa de Coppel me recordó algo muy especial.

Era 1987. Cursaba primero de primaria en la escuela pública 22 de diciembre, justo en la esquina de mi calle del antiguo barrio (disculparán tanta posesión, pero a los seis años uno cree que todo es propio).

Mi escuela fue, gracias a un donativo, la primera del país en contar con un aula COEBA. Era el sueño monumental: tecnología y educación conjugadas. Asistíamos una vez por semana. Una computadora proyectaba en pantalla —majestuosamente operada por el profe Octavio— lecciones sobre el sistema solar, la fotosíntesis, historia de México. Y sí, sí veíamos moverse los planetas.

¿Qué hiciste, Coppel?
Acabas de hacer que mi niña de seis años volviera a sentir la emoción de entrar a una aula llena de cosas nuevas. Como esos alumnos del video, así estuve yo: uniforme de falda azul marino, blusita blanca, moño de bolitas prendido al pecho, esperando a que abrieran la puerta. Con ganas de aprender, de descubrir, de soñar.

Porque a los seis años uno tiene mucho por explorar.
Y así como hoy los veo, me emociona decir: yo también me vi.

Es inspirador y refrescante ver a empresas que se vuelven protagonistas de historias que tocan vidas y potencian capacidades.

Educar vale la pena. Siempre.

Macu. Kitschmacu.

Pd. Anexo foto de la petite moi, a la tierna edad de 6 años, justo en mi primer día de primaria.
Pd2. Por cierto, de niña quería ser maestra.

martes, 30 de junio de 2015

Nike. Better For It – Inner Thoughts




⏱ Tiempo de lectura: 2 minutos

Nike para mujeres: cuando el marketing se convierte en movimiento

Creo que esta es la primera vez que escribo sobre los esfuerzos de marketing y comunicación que hace Nike para el mercado de las mujeres.

La mayoría conocemos a Nike como el mayor vendedor de calzado deportivo de la historia —y es cierto—, pero además de ser un excelente proveedor de ropa y complementos deportivos, Nike es un contador de historias excepcional.

Y eso es lo que más me interesa hoy: cómo una marca que se conoce a sí misma, que entiende su historia, su concepto de marca y su legado, logra usar todo eso para contarnos relatos que inspiran, empoderan y nos potencian.

Desde finales del siglo XIX y principios del XX hasta hoy, las mujeres hemos alzado la voz para exigir igualdad. Y aunque hemos avanzado, seguimos en un mundo donde muchas veces el hombre es juez y parte de todo lo que nos atraviesa: decisiones sobre nuestros cuerpos, nuestras libertades, nuestros espacios.

Aún se nos encasilla en roles relacionales:
Hija de...
Esposa de...
Madre de...
Y cuesta que se nos reconozca simplemente como libres.

Seguimos necesitando la “aprobación” de estructuras sociales dictadas por hombres… y también por mujeres que han preferido preservar la “moral” antes que reclamar su libertad, su cuerpo, su pensamiento.

¿Por qué nos cuesta aliarnos entre nosotras?
¿Por qué sentimos que necesitamos a alguien más que valide lo que ya es nuestro por derecho?

Es cierto: hemos recorrido camino.
Hoy hay mujeres educadas, artesanas, políticas, deportistas, educadoras, pensadoras.
Mujeres que eligen la maternidad por amor y no por presión social, edad o trauma.
Mujeres que se reconocen, se nombran y se acompañan.

Y también hay campañas que lo entienden y lo cuentan.
Campañas como las de Nike, Dove, Pantene.
Historias que nos miran de frente.
Que nos muestran el miedo, pero también la fuerza.
Que exponen los límites que nos impusieron, pero también la energía con la que los derribamos.

Nos hablan de heridas, pero también de fuego.
De silencios impuestos, pero también de gritos que estallan.
Y por eso nos sacuden.

Mujeres. Hermanas. Mujeres. Hermanas.
Libertad. Equidad. Educación.

Macu. Kitschmacu.

📢 También te puede interesar:

Burger King y sus eslóganes: el precio de no decir siempre lo mismo. Una mirada crítica a la inconsistencia en la comunicación de marca y cómo impacta la percepción pública.

👉 Leer el análisis completo aquí

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lunes, 29 de junio de 2015

Pepsi. La pareja perfecta sí existe



Creo que estos gráficos son de los más tiernos que me ha tocado ver en estos años de blogging. Desde La Paz, Bolivia, la agencia Nexus BBDO nos recuerda que, según +Pepsi, las parejas perfectas existen.

Fue una campaña para el 14 de febrero. Muy bonita, muy cursi. Justo ahí radica su magia. Esa cursilería gráfica, tan pop, tan directa, casi naïve, logra comunicar sin pedir permiso. ¿Una pareja perfecta? Palomitas y Pepsi. Papas y Pepsi. Ternura y carbonatación.

*Se pone de pie ante la sencillez, lo muy pop y la eficacia del mensaje*

Advertising Agency: Nexus BBDO, La Paz, Bolivia
Creative Directors: Rodrigo Zenteno, Martin Diaz
Art Directors: Alvaro Salazar, Ricardo Baptista
Copywriter: Martin Diaz
Illustrators: Ricardo Baptista, Rodrigo Zenteno, Alvaro Salazar
Published: February 2015

💙 A veces una cursilería bien pensada puede decir más que toda una estrategia de marca.

¿Te gustan estos anuncios retro con sabor a nostalgia? Revisa también esta joya nacional: Sabritas Mazatlán: la ruta del sabor… ¿o del desatino publicitario?

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Macu. Kitschmacu

martes, 11 de noviembre de 2014

Perestroika de Canadá




⏱ Tiempo de lectura: 2 minutos

Perestroika, Archie y Zapaterías Canadá: una memoria sonora de los 80

Hace unos días, el mundo recordó la caída del Muro de Berlín (9 de noviembre para ser exacta). Y como suele suceder con la memoria emocional, eso me trajo de vuelta a los años 80, a cuando tenía 8 años y no entendía del todo lo que estaba viendo en la tele.

Sabía que era importante porque lo decían los noticieros, lo mostraban los periódicos, y (dato definitivo para mí) ¡salía en la portada de Archie!
Sí, Verónica, uno de mis personajes favoritos, aparecía caminando sobre un muro. Ese mismo muro que había visto en blanco y negro en los noticieros.

Hoy amanecí con otra memoria histórico-comercial clavada en la mente:
los spots de Zapaterías Canadá, aquellos que venían con sonido marcial, rockero, coros poderosos y tomas desde un lugar lejano y misterioso llamado Moscú.

En esos días, Gorbachov hablaba de la reestructuración de la URSS: la Perestroika.

Y Zapaterías Canadá… lo convirtió en zapato.

“Perestroi, Perestroi, Perestroika” (🎶)
Desde aquellos años no oía esa tonadita.

Ahora que volví a escucharla, el narrador y sus textos me hicieron sonreír, cerrar los ojos y suspirar profundo:

“Que tus pasos sigan la ruta del tiempo nuevo”
“Perestroika de Canadá: un grito de paz y libertad para tus pies”
“La celebración es universal… Perestroika de Canadá”

✨ .Los amo profundamente. Gracias por pasar al blog. 

Y por cierto, parece que detrás de esos spots estaba nada menos que Pedro Torres (sí, el mismo de Big Brother).

¿Quién más se acuerda de esos anuncios?
¿Quién más cantó Perestroika sin saber qué significaba?

Macu. Kitschmacu.

👟 También te puede interesar:

Coppel Canadá: La vida se camina: una nota sobre pasos, emociones, y un spot que se queda. Publicidad que camina directo al corazón (y al recuerdo).

👉 Lee el análisis completo aquí

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martes, 30 de julio de 2013

Coppel Renovaciones. Ese spot donde juré ver un golden retriever (y era una silla)


Hace unas semanas vi la parte final de un spot de Coppel en la tele. Solo la “colita”, pero en esos segundos algo me atrapó. Hoy decidí buscarlo completo… y me encantó.

Me gustan los efectos visuales, cómo se van armando los muebles, la pareja joven, la convivencia. Hay frescura, entendimiento. Los colores son limpios, vivos. La música, extremadamente agradable.

Y entonces… ocurrió el momento que me hizo sonreír.

En el segundo 26, al lado izquierdo de la pantalla, se arma un mueble. Por un instante, lo juro, pensé que era un perro. Un golden retriever animoso, contento, amoroso, corriendo al encuentro de sus amos para convivir con ellos.

Mi corazón saltó de alegría. Spoiler: era una silla.

Y aun así, muy bien. Spot limpio, amable, bien pensado. Felicidades a la Llave, felicidades Coppel (love it)

Macu. Kitschmacu

🐕 A veces lo que nos emociona no es lo que está en pantalla… sino lo que alcanzamos a imaginar.

lunes, 31 de octubre de 2011

📂 Noviembre 2011: Recuerdos que resisten el scroll

🌕 Noviembre 2011: Recuerdos que resisten el scroll

Este archivo guarda textos que escribí en un noviembre que ya no existe, pero que sigue hablando entre líneas. Aunque algunas referencias quedaron en el pasado (y otras suenan a vintage), muchas emociones aún tienen eco. Aquí puedes leer mis anotaciones de aquel tiempo y ver si alguna de ellas todavía te dice algo.

👉 ¿Buscas algo más reciente? Te recomiendo estos post:

📌 Esta entrada forma parte de un ejercicio de curaduría editorial en el archivo del blog. Etiquetada como: archivo-editorial

viernes, 28 de mayo de 2010

Panamá. Restaurant y Pastelería



Panamá Restaurante y Pastelería: una sopa de tortilla, muchos recuerdos

Buenos días, mundo. Es viernes. =)

El post de hoy es sobre una experiencia de servicio muy buena que tuve ayer. Para quienes no son de aquí, en Sinaloa (Culiacán y Mazatlán) existe una cadena de restaurantes y pastelerías llamada Panamá.

Esta empresa se fundó en los 70’s en Mazatlán, y a lo largo de los años ha crecido y evolucionado con una fórmula de negocio que, en lo personal, me parece muy buena y muy exitosa.

Todo esto viene a colación porque anoche fui a cenar al restaurante Panamá que está en Palacio de Gobierno. Tenía rato sin ir a ningún Panamá, y de verdad fue reconfortante ver que cuando un servicio y un producto son buenos… pueden ser aún mejores.

No puedo calificar de otra forma que no sea excelente la atención que recibí. Me atendió una chica llamada Kenia (sí, leí su gafete, jaja). Uniforme impecable, maquillaje discreto, actitud de servicio buenísima. Se nota que la empresa invierte en capacitar a su personal. Y para mí, eso vale oro: los meseros, cajeros y anfitriones son el verdadero rostro de cualquier marca.

La señorita fue siempre amable, oportuna, atenta. Hizo sugerencias, ofreció productos con amabilidad, sin presión y con una sonrisa. Todo esto pasadas las 10 PM. 🕙

La cena llegó en menos de 10 minutos. Primero las bebidas, después los platillos. Porciones justas, mis esperadas dos rebanadas de pan con mantequilla (sí, confieso que las amo) y el clásico sabor de Panamá: todo limpio, cuidado y con el sazón de siempre.

Había varias mesas llenas, incluso a esa hora. Otro detalle: el nuevo uniforme. A mi mamá le gustaba más el anterior, pero a mí me gustó el verde seco con amarillo y las medias color piel. También noté tapicería nueva, mesas con diseño gráfico actualizado, acrílicos promocionales bien logrados. Todo pensado.

Mi visita a Panamá me recordó muchas cosas:

  • La amabilidad del sinaloense.
  • Que mi dinero en Panamá equivale a porciones justas y gran sabor.
  • Las cenas con la Dani, los desayunos en familia, el bautizo de mi ahijado, las comidas de oficina, los primos de visita, Mazatlán.

Me recordó que cualquier empresa existe gracias a la relación que establece con sus clientes.

Felicidades, Grupo Panamá, por crear una relación de valía, respeto y dignidad. Y por servirme bonito mi sopa de tortilla. Jajaja. Muy buen trabajo.

Saludos,
Macu. Kitschmacu
macu@kitschmacu.com
También tengo Twitter: @kitschmacu