jueves, 21 de agosto de 2025

Cosas de señora: 5 hábitos cotidianos que me traicionan

 

👜 Cinco cosas que hago como señora aunque no me guste admitirlo

⏱ Tiempo de lectura: 2 minutos

Pensé que jamás me iba a pasar. “Eso es de tías”, decía con un aire de suficiencia. Pero heme aquí, estimado lector, descubriendo que la señora se me aparece en los momentos más insospechados.

La primera señal fue ese extraño orgullo que me da cuando guardo bolsas dentro de bolsas. Un sistema de archivo tan sofisticado como absurdo. El segundo síntoma: emocionarme hasta lo ridículo porque un tupper cierra perfecto. Ese “clic” suena más gratificante que cualquier notificación en el celular.

Y sí, también caí en la gran conversación meteorológica: “¿Qué calor, verdad?” lo digo como si fuera breaking news, aunque nadie me lo haya preguntado. De pronto me descubro charlando con las señoras de la tintorería cuando voy por la ropa planchada, como si ellas fueran mis corresponsales en la vida real.

La prueba definitiva: echo limón a todo. Absolutamente a todo. Porque “cura, limpia y mejora”. ¿Quién necesita fe religiosa cuando se tiene un cítrico omnipotente?

Al final, lo confieso con resignación y un poco de coquetería: la señora en mí ya no pide permiso. Se instala, acomoda, guarda en silencio… y atesora su colección de tuppers como si fueran piezas de Baccarat.

✨ Porque ser señora no es una etapa… ¡es un superpoder que viene con bolsas, tuppers y mucho limón!

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— Macu.Kitschmacu

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miércoles, 20 de agosto de 2025

Instrucciones para sobrevivir a la víspera (Cortázar lo diría así)

⏱ Tiempo de lectura: 3 minutos

Para identificarse, basta mirarse al espejo y descubrir que no se es una sino dos: la que pone mala cara y la que la observa. No hace falta certificado médico, con la certeza de que en tres segundos puede convertirse de oveja tierna a dragón incendiario, alcanza.

No discutir. Nunca discutir. Si se contradice, mejor aplaudirle. La contradicción es un arte marcial. Cuando se escuche decir “ugh, qué hueva todo”, se recomienda beber un vaso de agua, caminar en círculos, inhalar y exhalar, inhalar y exhalar, repetirlo, siempre repetirlo, hasta que el eco lo vuelva casi música.

El equipo necesario es mínimo y suficiente: audífonos para escuchar un poco de buena música, el podcast preferido con las palabras adecuadas… las cotidianas, las cuánticas, papitas con limón como salvavidas, un litro de té de hierbabuena para que el mundo se entibie un poco, y una libreta para apuntarle improperios cariñosos a las cosas que respiran y después, si queda tiempo, hacerlas poesía.

En cuanto a las relaciones sociales, conviene activar el modo avión emocional: contestar con monosílabos, con emojis que son como jeroglíficos de la incomunicación. Practicar el rolling eye frente al espejo hasta lograr que parezca un lenguaje secreto. Uno íntimo y personal.

Duración del fenómeno: indeterminada, aunque los cronistas coinciden en que desaparece cuando llega el pastel. Ahí la amargura se disuelve en azúcar y el dragón se duerme después de soplar las velas. Al día siguiente, nadie entiende cómo la oveja reapareció tan luminosa.

¿Será que es verdad la catarsis precumpleañera?

✨ La víspera de un dragón que solo el pastel sabe domesticar.

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— Macu.Kitschmacu

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martes, 19 de agosto de 2025

De osos escondidos a sirenas censuradas: 10 datos curiosos de marcas

 


🔟 Datos curiosos de marcas (sin fuentes, pero con mucho mito)

⏱ Tiempo de lectura: 2 minutos

En información que claramente no tiene citas bibliográficas ni respaldo de al menos tres autores posteriores a 2012. Aquí un bonito compendio de leyendas urbanas de algunas marcas:

  1. Toblerone y el oso escondido 🐻. La montaña de su logo (Matterhorn) tiene un oso camuflado, homenaje a la ciudad suiza de Berna, llamada “la ciudad de los osos”.
  2. Nike y el Swoosh. Lo diseñó una estudiante por 35 dólares en 1971. Hoy es uno de los logos más valiosos del mundo, pero en ese momento a Phil Knight “no le convencía mucho”.
  3. Coca-Cola en verde. La fórmula original de 1886 era verdosa. El color marrón se lo dio el caramelo añadido después para uniformar la bebida.
  4. Barbie y su nombre real. No se llama Barbie, se llama Barbara Millicent Roberts. La creadora le puso el nombre de su hija.
  5. Starbucks y la sirena cortada 🧜‍♀️. El logo original mostraba una sirena de dos colas completa (tomado de un grabado nórdico del siglo XVI). Era tan “atrevido” que tuvieron que recortarlo con los años hasta dejarla solo de cintura para arriba.
  6. Lego = Jugar bien. “Lego” viene del danés leg godt que significa “jugar bien”. Lo curioso: en latín significa “yo ensamblo”. Coincidencia que les cayó como anillo al dedo.
  7. Chanel No. 5 y la NASA 🚀. Fue el primer perfume en viajar al espacio. Una astronauta se lo llevó en una misión como símbolo de femineidad entre puro olor a metal.
  8. KFC y la barba flotante 👨🏻‍🦳. En su logo, mucha gente cree que el moño de “Colonel Sanders” es su cuerpo de palitos. En 2016 Twitter explotó con memes sobre “KFC Stickman”.
  9. Apple y la multa millonaria. Antes de ser gigante tech, Apple fue demandada por Apple Corps, la compañía de The Beatles. El acuerdo inicial era que Apple “nunca se metería en la música”… hasta que llegó iTunes.
  10. Marlboro y el cowboy irónico 🤠. El Marlboro Man fue pensado para “hacer que fumar pareciera masculino”. Tres de los actores que lo interpretaron murieron de enfermedades relacionadas con el tabaco.

✨ La publicidad es mitad historia oficial, mitad leyenda urbana. Y en esa mezcla se esconden las mejores anécdotas.

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— Macu.Kitschmacu

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lunes, 18 de agosto de 2025

El inquilino del malhumor

 


⏱ Tiempo de lectura: 2 minutos

Llevo dos días queriendo sacudirme este malhumor que se me quedó pegado como sombra.

Llegó sin aviso, se instaló. Pensé que sería discreto, como esos huéspedes que apenas se notan, que saben cuándo irse, que agradecen con una sonrisa la hospitalidad y desaparecen.

Este no.

Ayer se metió en mi cama como perro guardián. Me acompañó al súper, a pagar la luz, a comprar la comida de mis gatas. Se sentó conmigo a acomodar la despensa y hasta opinó sobre recetas de cocina. Lo peor es que tenía razón: salieron buenas.

Le ofrecí comedias, risas enlatadas, pastelitos con azúcar suficiente para tumbar a un caballo. Nada. El malhumor permaneció, con esa seriedad suya de huésped que no piensa irse nunca.

Probé la cortesía, la impaciencia, hasta el viejo truco de la siesta para ignorarlo. Nada. El inquilino no se inmuta, no se mueve, sigue ahí con su maleta invisible.

Y entonces pienso que quizás un día se largue, pero que ya aprendió el truco del regreso.

Conoce la dirección, sabe la contraseña del timbre.

El malhumor, como ciertos amigos, no se despide: se ausenta un rato y vuelve cuando quiere, silbando.

✨ Hasta el malhumor sabe hacer hogar cuando uno le deja la puerta entreabierta.

Macu.Kitschmacu

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🌙 ¿Te gustó este cuentito? Entonces sigue leyendo: Secretos de lo cotidiano

domingo, 17 de agosto de 2025

Reunión de nada: cuando el silencio no vino


⏱ Tiempo de lectura: 1.5 minutos

Para escuchar haría falta silencio, pero claro, el silencio no vino a la reunión.

Vino la broma repetida tres veces, vino el chiste disfrazado de verdad y la verdad disfrazada de chiste.

Vino el murmullo, el zumbido, el ir y venir de frases que no sabían a dónde ir.

Las conversaciones eran globos desinflados, rebotando contra las paredes, buscando un hilo que nunca llegó.

Cada quien hablaba para todos de sí mismo, todos juraban escuchar.

Un yoyó aquí, otro allá, girando en el aire y enredándose en su propio hilo.

La mesa se volvió una pista de egos en duelo, un torneo de frases inconexas.

Las palabras flotaban, los cuerpos fingían presencia.

Era una reunión, decían.

Reunión de amigos, reunión de problemas, reunión de nada.

Reunión de vacío, que se suma con los otros vacíos.

¿Cómo se mide el vacío? ¿Se suma?, ¿se multiplica?, ¿se lleva a la exponencial?, ¿se deriva?

En el vacío propio caben los vacíos de los extraños a los que llamamos amigos.

Con el vacío individual bastaría, creo.

¿Se dan cuenta?

O quizá tampoco hace falta que se den cuenta: basta con el silencio que nunca vino.

✨ En el corazón de cada vacío se revela la fuerza de nombrarlo.

Macu.Kitschmacu

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Ya que estás por aquí, te recomiendo leer: La autobiografía de la ostra

miércoles, 13 de agosto de 2025

Cuando las ideas se esconden: cómo escribir incluso en el vacío creativo

 

Cuando las ideas se esconden: cómo escribir incluso en el vacío creativo

🕒 1 min de lectura · Hoy

Tal vez están en la otra habitación, escuchando a escondidas si escribo o no escribo, y burlándose de mi lapicera, que hoy parece más un termómetro que una pluma. O están bajo la cama, con un calcetín perdido, esperando que me agache a buscarlas.

Me pregunto si llegan como un relámpago que prende todo de golpe o si se deslizan como gatos que no quieren molestar. ¿O será que su verdadera gracia es no estar? La ausencia, a veces, se comporta como un espejo que no devuelve la imagen. Y yo me quedo mirándolo, esperando que el vidrio diga algo.

El momento tiene muchos momentos. Algunos redondos, otros alargados, otros que se doblan y vuelven a empezar. Me quedo pegada al que está vacío, como si fuera el único. Hasta que de pronto me descubro con un párrafo entero, ahí, de pie, mirándome con cara de “¿ves que sí estabas escribiendo?”.

Me acuerdo de una maestra que decía que un párrafo debía tener siete renglones, ni uno más ni uno menos, como si fuera una receta de cocina para que saliera bien. Pero los párrafos, igual que las ideas, tienen caprichos: a veces se quedan cortos como un bostezo; otras, se estiran como una siesta de domingo. Y en ese estirarse y encogerse, se parecen mucho a nosotros.

Que creemos que no hay nada cuando hay todo.

Que creemos que las ideas se esconden, cuando en realidad resbalan por los dedos: una, tras otra, otra.

Otra cosa es que las ideas sean como ellas quieren y no como nosotros queremos, y por eso creemos que no hay nada… por eso creemos que el espejo no devuelve imagen, cuando en realidad está devolviendo algo que no alcanzamos a reconocer.

-- No es que falten ideas, es que aún no las reconoces. --

— Macu.Kitschmacu

 

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lunes, 11 de agosto de 2025

En el átomo no existe el miedo: la frase de Sharon Stone que no dejo de pensar

 

“En el átomo no existe el miedo.”

⏱ Tiempo de lectura: 1 min

Lo leí en The Beauty of Living Twice de Sharon Stone.

Sonreí al leerlo, me encantó…fue un guiño sincero y desde entonces lo pienso muy seguido.

Bien, Sharon.

Macu.Kitschmacu

✨ En el corazón de cada átomo habitan las infinitas posibilidades; es la certeza de que el infinito no conoce el miedo.

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